amores, dramas y cotilleos

「 9 」

ꕤ Buenos amigos ꕤ

    ──Plan para que Arina y Adal hablen, en marcha. 

    ──Objetivo, que Arina le coma la boca a Parri.

    ──¿Qué? ¿De qué mierda habláis ahora?── soltó estupefacta la de cabello liso oscuro.

    La mañana había transcurrido con tranquilidad para ella, apenas había hablado con esos tres en todo el día, por lo que esa tranquilidad tenía sentido, pero según los vio en el patio ya estaban tramando una locura nueva.

   ──Ay, cariño, esto te pasa por abandonarnos en la mañana── soltó Rick como toda drama queen que era.

    ──No os abandoné. Solo me puse con Vanesa y Ester── se quejó Arina──. Tengo más amigos a parte de ustedes.

    Vero soltó un grito y dramatizó su caída al suelo como si le hubieran ofendido a más no poder. Arina solo rodó los ojos y Lutxi rió divertida, algo que le encantaba a Rick y a Vero eran los dramas, ya fueran de otros o dramatizar ellos mismo.

    ──Esta mañana estuvimos hablando sobre que tienes que hablar con Adal. Sea como sea, no puedes dejar las cosas así── dijo Rick firmemente──. Te debe una respuesta y es mejor que tengas relación con él cuando te la de── era el único del grupo que había tenido parejas anteriormente, aunque no durasen ni un mes, pero Vero y Lutxi optaron por seguirle la corriente.

    ──¿Y qué planean? ¿Qué me acerque como hacíamos antes y le suelte un dato random?── la chica suspiró al recordar esos avergonzantes momentos en el pasado cuando trataban desesperadamente de llamar la atención de Adal sin éxito y solo se terminaban poniendo en ridículo──. Ya no tenemos trece años.

    ──Esta vez vamos a dejarte a solas con él. Yo voy a hablarle a Eider, ya que si lo hacen estas locas solo lograran espantarle── Rick señaló a Vero y Lutxi, quienes rieron avergonzadas──. Ellas hablaran con Pedro.

    ──¿Y el resto de sus amigos?

    ──No son un problema, Sergio seguro que estará comiéndose la boca con María y Diago confió en que vaya detrás del trasero de Lucas.

    ──Esto es ridículo. ¿Qué pretenden que haga?

    ──Solo habla con él, trata de conocerlo── intervino Lutxi.

   Al otro lado del patio, un chico de cabello rizado y ojos verdes se dirigía a un rubio de ojos miel.

    ──¿Qué tal la casa del terror?

    ──No fue gran cosa, fuimos a una fiesta después.

    ──Hubiera estado bien si te hubieras unido a nosotros── murmuró al pelinegro.

    ──Ya sabes que hace demasiado que no hablo con ellos, Diago. Hubiera sido raro ir. Sobre todo si Eider no me invitó.

    ──Claro que estabas invitado, yo te dije── se quejó.

    ──Bueno, pero no es lo mismo. No importa que no me lleve con ellos, ¿qué más da?

    El ojiverde miraba apenado a su amigo, hacía tiempo que dejó de ser cercano a su grupo de la infancia y eso inquietaba al de rizos. Si Lucas se había cansado del resto, ¿cuánto pasaría hasta que se cansara de él también? Lucas y Diago llevaban juntos, siendo amigos cercanos, desde que se conocieron con tres años. Ambos fueron a un colegio pequeño, donde todos los niños se llevaban entre sí, y Diago mantuvo la esperanza de que siguiera siendo así. Sin embargo, cuando comenzaron el instituto algunos fueron alejándose hasta que en el grupo solo quedaron Diago, Pedro, Sergio, Adal y Eider; habían más con los que ya apenas charlaban, pero quien más le dolía al pelinegro era Lucas. Su amigo más cercano durante años. A veces pensaba que solo se mantenían cerca por el fútbol.

    ──Pero todos llevamos siendo amigos desde hace mucho── aunque pasara el tiempo, él volvería a intentar que Lucas quedara con ellos, una última vez por lo menos──. El próximo finde tal vez quedemos, ¿vendrás?

    El rubio analizó la expresión de cachorro abandonado de su amigo, pero aun así se negó.

    ──Ya tengo planes. Si quieren que vengan ellos a la fiesta── Diago lo miró extrañado ──. Iré de fiesta, vengan si quieren.

    ──No querrán. Pero yo iré.

    ──¿En serio?── Lucas se sorprendió. Diago era invitado con frecuencia pero el chico siempre rechazaba a todos.

    ──Sí, quiero estar contigo── murmuró algo avergonzado.

    ──Está bien── el rubio revolvió el cabello rizado de su amigo con una sonrisa──. Lo pasaremos bien.

    Eider y Ricardo charlaban tranquilamente, mientras Verónica y Lutxi apartaban ligeramente a Pedro. Eider se fijó al instante en lo que trataban esos tres, aunque sabía que sus amigos eran tan lentos que no lo percibirían.

    ──¿Nunca dejáis de interponeros?── interrumpió el azabache a Rick, más burlón que serio.

    ── Somos buenos amigos.

    ──Lo que tú digas── soltó con una risa.

    Rick se percató en cómo Eider observaba a Adal y Arina, sonreía, aunque era más de tristeza que alegría. El de mechas pensó que era un chisme demasiado bueno si era lo que creía, pero no iba a contarlo, no si afectaba a Eider.

    Mientras, la joven de gafas negras trataba de iniciar una conversación, probablemente con el chico más tímido que conocía, aunque iba a lograrlo. Adal reparó en ese momento en lo brillante que era el cabello de la chica.