Chūya Nakahara se encontraba de pie, al lado del marco de la puerta de la gran sala en la que estaba. Contemplaba con ojos como platos la escena que sucedía ante él:la muerte del mafioso que no mataba, Sakunosuke Oda. Éste estaba recostado en el regazo de Osamu Dazai, el Demonio Prodigio de la Port Mafia. El tono de voz del castaño hacia su amigo en sus brazos era desgarrador, como si estuviera a punto de llorar.
Chūya fijó su vista en el cuerpo tirado unos metros más allá, en medio de un charco de sangre. Supuso que era aquel hombre del que había escuchado hablar a Dazai, el hombre que había estado dando problemas hacía poco, el líder de Mimic.
Fijó su mirada de nuevo en los dos mafiosos de la sala, y escuchaba así las últimas palabras del de cabellos rojizos, quien tenía su mano entre la cabeza y la mejilla de Dazai.
—Ya deberías saberlo—decía el adulto con voz temblorosa y débil—. Si estás del lado de quién mata a la gente o del lado que salva a la gente, no importa, no aparecerá nada más allá de lo que esperarías.
La expresión facial de Dazai se contrajo, reflejando dolor y tristeza en ella. Sus labios se fruncieron y sus ojos se aguaron. Miraba a su amigo, escuchando lo que éste tenía que decirle.
—Nada en este mundo puede llenar ese agujero solitario que tienes—prosiguió Oda—. Vagarás por la oscuridad por la eternidad.
—Odasaku—dijo Dazai, de forma que un pequeño sollozo se dejó escuchar—. ¿Qué debería hacer?
—Sé del lado que salva gente—respondió Oda, sorprendiendo a Dazai—. Si los dos lados son iguales para ti, entonces sé un hombre de bien.
Chūya procesaba las palabras de Odasaku, negando con la cabeza ante la idea que se le había venido a la mente.
—Ayuda a los débiles y protege a los huérfanos—pidió el pelirrojo—. Sé que el concepto del bien y el mal no significan mucho para ti, pero al menos, eso hará que seas un poco mejor.
—¿Cómo sabes eso?—preguntó Dazai.
—Está claro que conozco eso mejor que nadie más. Porque soy tu amigo—Oda esbozó una débil sonrisa.
Dazai mostró algo de sorpresa con su rostro. Unos instantes después, hizo un ligero movimiento con la cabeza, como asintiendo.
—Lo entiendo. Lo haré—prometió el castaño.
El corazón de Chūya dio un vuelco. Apretó los puños mientras su cabeza comenzaba a dar vueltas.
—La gente vive sólo buscando salvarse a sí misma. Es realmente cierto, lo entiendo ahora—habló Odasaku casi en un susurro mientras sonreía e inclinaba la cabeza
Dazai dejó de sentir la respiración de Oda. La mano que el pelirrojo tenía en su cabeza cayó, arrastrando las vendas del ojo derecho del castaño con ella. La parte del rostro de Dazai que estaba cubierta quedó libre, sin estar oculta.
El castaño acostó en el suelo a su amigo y después se levantó con decisión. Cumpliría con la promesa hecha a su amigo, estaba muy claro. Pero...
—Si vas a ser una persona de bien...¿Eso significaría que tendrías que dejar la Port Mafia?—preguntó Chūya, alzando la voz lo suficiente como para que Dazai lo escuchase.
El castaño se giró lentamente, mirando con estupor al pelirrojo allí presente en la sala. Éste lo miró con sus orbes azules, esperando.
*
—Supongo que habrás escuchado gran parte de la conversación, ¿verdad?—preguntó Dazai.
Tanto él como Chūya habían salido de aquel elegante salón y se habían dirigido a la casa del mafioso pelirrojo para hablar de la situación. Ambos estaban sentados en el sofá, con Chūya dándole la espalda a Dazai.
—Sí, por no decir toda—dijo el pelirrojo con un tono hostil y dolido.
Dazai miró a su compañero. Se fijó en sus puños apretados y los labios y el ceño fruncidos. El castaño suspiró y dijo:
—Y sabes que tan importante era Odasaku para mí. Y que la promesa que le he hecho es algo que debo cumplir.
Chūya asintió y apretó sus puños con aún más fuerza. Presionó sus dientes contra su labio inferior para evitar dejar salir un sollozo. Le dolía que su compañero siempre tuviera más en cuenta las cosas de Oda que las él, pero nunca pudo reclamarle sin pensar en que parecería que estuviera montando una escena de celos. Además, Oda y Dazai eran amigos, y ellos dos, sólo compañeros que se odiaban.
—Y vas a traicionar a la Port Mafia. Te irás—habló el pelirrojo.
Dazai miró al suelo tras asentir. Le avergonzaba tener que mirar a Chūya a los ojos.
—Vale. Si tienes que irte, vete ya. Ya no pintas nada conmigo—dijo Chūya mientras movía la mano, como diciéndole que desapareciera de su vista.
—Pero... Chūya, ¿no lo entiendes?—Dazai se alzó de su sitio—. Si me voy, tú sabrás que me he ido. Serías, por así decirlo, mi cómplice de traición. Podrían acusarte en la Port Mafia y el cielo sabe qué podrían hacerte por eso.
Chūya se tensó, pero no lo dejó ver.
—Tsk. ¿Y desde cuando te importa lo que me pueda pasar? Anda, vete y no me líes más—el pelirrojo miró con el rabillo del ojo al castaño.
Dazai frunció el ceño y acto seguido, se sentó en el brazo del sofá, cara a cara con Chūya.
—Sí, es cierto, no es propio de mí preocuparme por un perchero—dijo Dazai con un tono de burla—. Pero no deberías haberte enterado de lo de Oda, y ahora, estás metido en esto. Por lo tanto, evitaré que se te pille con las manos en la masa.
—¿Y cómo piensas evitar eso?—preguntó Chūya.
El pelirrojo se sorprendió cuando Dazai lo tomó de las manos.
—Nakahara Chūya. ¿Me harías el honor de escapar conmigo de la Port Mafia y seguir por el sendero del bien?—dijo el castaño con un tono serio.
Chūya frunció el celo mientras se sonrojaba.
—Tsk, está bien, huiré contigo—accedió el pelirrojo.
—¡Maravilloso!—Dazai soltó las manos de Chūya y aplaudió—. ¡Te ayudaré con la mudanza!
Dazai se dirigió al dormitorio del pelirrojo a hacerle una maleta mientras éste se echaba hacia atrás en el sofá. ¿Por qué había dicho que se iría con él?
Sabía que se arrepentiría, pero aún así, una pequeña parte de él estaba feliz de que le hubiera propuesto aquello.
ESTÁS LEYENDO
Soukoku Month 2023
Fanfictionosamu dazai x chūya nakahara shots month ¡! -@MGGBBRAE IQ | ❝ Chūya a Dazai:Cállate, voy a estrangularte. Chūya:Espera, te gustaría eso. ❞ ━━━━ Mes (con apartados creados por mí :D) de m...