Cap 25||-"Mi Amigo"-

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Los rayos de sol se colocaban en los ojos de la castaña la cual al sentir el sol en los ojos los abrió lentamente y despertó.

Era extraño despertar sin la presencia de Quackity a su lado, se sentía como un vacío lleno.

Despertó estirándose, se levantó y escuchaba la brisa de viento golpear la ventana.

Se acercó a la ventana y se asomó viendo hacia afuera, vi a muchos trabajando, trayendo trozos de árboles y cosas así.

Se dispuso a salir y en cuanto abrió la puerta se encontró a john.

Hola, cómo estás? -preguntó john- como amaneciste?

Oh hola, bien y usted? -dijo con una sonrisa ligera-

Bien igual, me alegro, pero no me hables de usted háblame de ti, jajaja bueno puedes llamarme john en serio no te preocupes por eso, bueno vamos te enseñaré afuera. -dijo dejándola pasar-

Esta bien -contesto con una leve sonrisa- John.

Caminaron a varios lugares mientras john le presentaba a gente y le enseñaba para que servían los materiales que había

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Caminaron a varios lugares mientras john le presentaba a gente y le enseñaba para que servían los materiales que había.

Le demostraba que había varios tipos de trabajos y muchos ayudaban a reforzar la comunidad.
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Mientras tanto, Quackity maldecía a quien se le ponía enfrente, no soportaba ver a nadie, solo quería una noticia de donde podría estar Dany

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Mientras tanto, Quackity maldecía a quien se le ponía enfrente, no soportaba ver a nadie, solo quería una noticia de donde podría estar Dany.

Como un amor tam puro se pondría tan violento.

No entendí como se pudo ir después de todo lo que pasaron juntos...su cabeza hervía de furia.

Ya no era solo un capricho tenerla con el, la necesitaba, necesitaba esa linda sonrisa, esa dulce voz que le hablaba con suavidad, necesitaba ver esos dos ojos color café, necesitaba observarla, escucharla, tocarla, abrazarla, necesitaba su afecto para tener conciencia de lo que hacía.

Ya la había buscado en muchos lados simplemente no tenía noticia de ella. Su pie se movía rápido mientras jalaba su cabello con fuerza y retiraba los brazos de el escritorio, su respiración se agitaba.

El Casino De Las NevadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora