Regresión

80 5 11
                                    

Mientras unos libran sus batallas alcanzando algunas victorias, otros se internan al peligro buscando respuestas

Parak y otros cinco, otro cazador, dos maestros fuego y dos maestros agua, se la arreglan para entrar en la misteriosa fortaleza, avanzan con cautela por los anchos pasillos iluminados por una serie de piedras clavadas en los muros que despiden una luz azulada, para su sorpresa hay muy pocas criaturas adentro, casi ninguna.

A pesar de en momentáneo alivio de tenerte el camino casi libre para explorar, no pueden evitar un tenso nerviosismo por el sepulcral silencio de aquel lugar.

Astutamente, Parak y el otro cazador han estado marcando algunas paredes para saber qué ruta seguir en caso de necesitar huir, todos los pasillos dentro de ese lugar son iguales, largos y oscuros pasillos de unos tres metros de ancho iluminados por esas misteriosas piedras azules, sería sumamente fácil perderse ahí o entrar al lugar equivocado

El grupo está a punto de dejar su inspección cuando escuchan una voz, una voz humana, todos han escuchado la historia que las criaturas pueden hablar, pero solo una persona los ha escuchado. El grupo se acerca con cautela hasta lo que parece la entrada de alguna especie de gran salón, sin duda el centro de aquel lugar, este gran salón era un lugar octogonal de varios metros de ancho, en el caso de los pasillos laterales unas pequeñas escaleras de apenas unos cuantos escalones conducían hasta el nivel de piso, al centro había una especie de pasillo principal del doble de ancho de los laterales que desembocada a nivel de piso justo frente a lo que parecía alguna especie de altar que se elevaba a unos tres metros iluminados por varios braceros de metal sostenidos por estatuas de criaturas que jamás habían visto

Sobre el altar sostenido entre dos columnas se alzaba un enorme espejo que no tenía reflejo, pero despedida una cambiante luz apenas grisácea en su interior, frente al espejo dando la espalda al salón, un solo hombre hablando con el espejo en una lengua desconocida por todos. Al principio los soldados de la nación del fuego estuvieron a punto de llamarlo creyendo que se trataba de uno de los sabios de su nación. Pero desistieron en su idea cuando una de las criaturas entro al lugar y hablo con él

~ ellos están aquí ~
- excelente, en unos días estaremos listos para hacer caer la última ciudad humana de estas tierras

Algo en el interior de todos les gritaba que huyeran, que abandonaran ese lugar, pero también todos querían saber quién era "él" al menos querían una respuesta, no podían salir con las manos vacías, aunque quizás hubieran preferido hacerlo.

Entrando por el pasillo principal entraron otras seis criaturas arrastrando varios cuerpos, todos humanos.

El hombre que parecía ser alguna especie de sacerdote y sin duda su líder, se giró para encarar a las criaturas, si bien la capucha de aquel hombre no dejaba ver del todo su rostro, lo poco que el grupo alcanzo a ver sin duda resultaba espantoso, solo se vislumbraban unas grotescas facciones de un rostro rojo con una enorme boca rematada en enormes colmillos

Las criaturas sin decir una sola palabra suben hasta el altar dejando caer los cuerpos en pares frente al espejo, el sacerdote comienza a recitar alguna especie de letanía en ese lenguaje desconocido y del espejo parece reaccionar a él, las luces dentro del espejo comienzan a arremolinarse en su centro creando una especie de espiral del cual comienza a salir una especie de líquido negro y espeso que de forma casi hambrienta comienza a cubrir los cuerpos.

Nadie puede evitar sentir escalofríos al escuchar el sonido de la carne desgarrándose y huesos separándose y rompiéndose.

Los seis guerreros quedan aterrados cuando aquella cosa oscura se separa en siete partes para comenzar a ser absorbido por siete formas que ellos conocen y temen, apenas la sustancia oscura termina de entrar en los cuerpos, estos comienzan a sacudirse de forma convulsiva para finalmente dejar escapar un aterrador en inhumano alarido.

Los cazadores del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora