Enfundados en trajes negros el pequeño grupo continúa su travesía por las calles solo haciendo pequeñas pausas para orientarse.
Mythos estaba encabezando la marcha hacia un punto cercano a las orillas, habían corrido con suerte hasta ahora para eliminar a algunas kemurikage pero ahora corrían hacia el ojo del huracán y saben que no pueden entrar con las manos desnudas, así que su primer objetivo es conseguir armas.
Despojándose de la suyas Mythos las reparte entre sus compañeros
-(M) por si acaso ocurre algo mientras vuelvo
Una espada a Lu, una para Azula y la última de sus dagas para Ty Lee, está última mirando con horror el arma
-(M) se que no te gusta, pero ahora debes proteger a tu familia de un enemigo que no durará en matarlos a todos. Rezo a los dioses que no tengas que utilizarla, pero si llega el momento Solo piensa en los que están a tu lado cuando la empuñes
-(TL) s..si
-(A) haremos lo necesario para que no ocurra
-(M) se que lo harán, volveré lo antes posible
El peliblanco sale corriendo hasta perderse una calles adelante mientras sus compañeros observan el ajetreo en las calles
-(L) los soldados ya deben haber entrado
-(A) y Zirin está moviendo sus fichas
Azula se sentía algo inquieta, no por la tormenta que se avecinaba. no, ella estaba acostumbrada eso, a los soldados, a los combates, caminaba hacia la batalla siempre orgullosa con la frente en alto y una sonrisa en sus labios, después de todo desde muy pequeña fue criada y entrenada para ello.
No, su inquietud de debía a razones diferentes, desde la guerra una de sus motivaciones siempre fue preservar la gloria de la nación del fuego, las kemurikage y lo que pasó en la capital unos años después de finalizada la guerra fue por qué consideraba a Zuko como débil, deseaba darle a su nación un líder fuerte, uno que hiciera que cada ciudadano se sintiera orgulloso y protegido por la llama de su amada nación, pero ahora sus acciones se volvían contra ella y contra sus ideales de aquel entonces, ella había creado a las guerreras de fuego, había plantado la semilla del horror que ahora atenazaba a aquella parte de la nación que había querido colocar en lo alto del firmamento, era en parte responsable de todo aquello que estaba ocurriendo, y ahora era su responsabilidad detener a aquel monstruo que sus malas decisiones habían creado.
A unas calles Mythos había encontrado lo que estaba buscando en aquella parte de la ciudad, un local que las guerreras tomaron y que ahora cumplía las funciones de armería.
Estaba por alcanzar la entrada cuando un grupo de guerreras salía del lugar
-¿Que haces tu aquí?
-¿Acaso no es obvio?
-responde a la pregunta
La mujer lo mira con desconfianza, no lleva tanto tiempo con ellas como para ser considerado uno de ellas
-estaba camino a la capital cuando me topé con una avanzada, perdí mis espadas, pero ellos perdieron más, sí sabes a lo que me refiero.
Decidí volver y ayudar con la defensa, pero necesito armas-¿Porque no te reportaste directamente con Zirin?
- prioridades querida, un asesino es más eficiente cuando está armado, después de armarme voy a ir directamente con ella
Ella estaba a punto de replicar cuando otro grupo interrumpe su interrogatorio, una mujer casi de la misma estatura que mythos y quizás un par de años mayor, que presumiblemente es la que está al mando de aquella célula

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Los cazadores del fuego
Fiksi Penggemar¿Que harías si de pronto te quitaran algo de gran importancia para ti? ¿Moverías cielo, mar y tierra hasta encontrarlo? la Princesa Azula a escapado de la prisión y ahora esta en una desesperada misión por recuperar algo suyo, algo que le fue arreba...