CAPÍTULO 16

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1 AÑO Y 6 MESES DESPUÉS

¿Quien iba a pensar que más de un año después estuvieramos así?. Aemond estaba entrenando a los más jovenes con la espada y el escudo. Se dedicó todo este tiempo a instruirlos en la batalla, tanto a los jovenes como a los mayores y se le veía feliz. Todos lo querían, aunque fuera un Targaryen, eso quedó atrás.

Yo estuve ayudando a transplantar hortalizas y otros comestibles, a cocinar, a lavar ropa. Aemond sabe bien que echaba de menos empuñar una espada, lo notaba cada vez que me miraba. Pero después del parto de nuestro primer hijo, Aemon, y ahora embarazada del segundo, no podía luchar ni practicar. Agarré en brazos a Aemon y salimos fuera de una de las tiendas del pueblo.

TN: ¿Vamos a ver a papá? - Aemon señaló a Aemond

Aemond enseñaba a un chico joven, de unos 15 años. El chico se movía bien y Aemond le enseñaba a protegerse mejor con el escudo. Al vernos, paró la práctica y se acercó a nosotros. Mientras iba andando todavía me preguntaba como he llegado a tener tanta suerte de estar casada con él y que ahora seamos una familia.

AEMOND: ¿Has acabado aquí? - dijo agarrando a nuestro hijo en brazos y besandome después

TN: Sí. ¿Te queda mucho entrenamiento?

AEMOND: No, le dije que se terminó por hoy. Será buen guerrero

TN: Tu hermana estará contenta de que vayan buenos guerreros a ayudarla. Ya casi están los 300 barcos contruidos

AEMOND: Lo único que espero es poder ver a mi hijo crecer, enseñarle a luchar, a cazar y que los tres volemos con nuestros dragones - miró mi barriga y puso una mano en ella - este pequeño o pequeña tendrá que esperar a que Vhagar y Vermithor pongan más huevos

Nuestros dragones pusieron un huevo hace unos meses y justo el día que nació Aemon, el huevo eclosionó. No se si sería el destino, una señal de que sería jinete de dragón. Miré a mi hijo y era la viva imagen de su padre. Su pelo largo plateado que Aemond me decía que no se lo cortara, sus ojos azules, pero el caracter sacó el mío. Ya tenía ganas de que naciera nuestro segundo hijo pero por las patadas que da, estoy segura de que tendrá el caracter de su padre.

De pronto escuchamos un rugido que tanto Aemond como yo reconoceríamos en cualquier sitio. Caraxes volaba sobre los peldaños de piedra y la gente se fue corriendo a refugiarse. Aún recordaban a Daemon y lo que hizo, pero no se que está haciendo aquí. Miré a Aemond y los dos junto a nuestro hijo fuimos hasta donde Caraxes lo dejó. Al acercarnos Daemon no se sorprendió ver a Aemond con un niño en brazos o a mi embarazada

TN: Principe Daemon

DAEMON: ¿Todavía se acerdan de mi, verdad? - dijo sonriendo

TN: Creo recordar que la Reina Rhaenyra estuvo de acuerdo en que la gente de aquí se quedaría en los peldaños. Es tierra de los Targaryen pero que gracias a su alianza con vuestra casa se les permitía vivir en paz

DAEMON: Y se mantiene el acuerdo. - acarició la mejilla de Aemon - Solo vengo a ver como va esa construcción de los barcos

AEMOND: Ya queda poco, en unos 7 días estarán listos para ir a Rocadragón junto con los 8500 hombres

DAEMON: ¿Son todos guerreros? - preguntó mientras caminabamos hacia la zona de entrenamiento

AEMOND: Si. A los más jovenes les he estado entrenando todo este tiempo

DAEMON: ¿Así que si os tomasteis en serio el mandar un ejercito a mi mujer?

AEMOND: Es la reina y lo prometimos

DAEMON: ¿Y son ciertos los rumores? - me miró - Nunca se oyó de alguien que fuera quemado por un dragón y viviera para contarlo

TN: Son ciertos

Destino: Poniente (Aemond Targaryen y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora