CAPÍTULO 2

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He salido de la casa de placer y ahora la gente no me prestaba atención. A parte de la ropa, Mysaria me hizo una trenza recogiendo mi largo pelo negro. Había visto tantas veces Juego de Tronos y La Casa del Dragón que me conocía las calles de Desembarco del Rey como si siempre hubiera vivido aquí.

Llegué hasta la fortaleza roja y no me hizo falta escuchar su rugido. Vhagar estaba en una de las torres. Desplegó sus alas y voló hacia no se sabe donde. ¿A Pozo Dragón quizás? Lo dudo, Vhagar no iría allí. Seguí caminando cuando dejé de contemplar a la dragona y me paré frente a los guardias que guardaban la puerta a la fortaleza.

TN: Vengo a ver al Rey Viserys. Traigo un mensaje y mis respetos al Rey

GUARDIA: Acompañanos - dijo mirándome de arriba a abajo

Les seguí mientras observaba los alrededores. El patio de entrenamiento se encontraba a mi derecha. Sir Criston Cole entrenaba con alguien. No lograba ver quien era ya que un grupo de gente se acercó a ver el combate que se estaba realizando. Mentiría si dijera que no me gustaría verlo. No me fío de los hombres despechados y se los trapos sucios de Sir Criston, pero admito que es buen guerrero.

En ese momento, dos hombres se fueron a otro lado y pude ver al otro contrincante. Pelo largo plateado, parche en el ojo izquierdo, complexión delgada. Aemond Targaryen se estaba entrenando con Sir Criston. Este último parecía que estaba ganando el combate, pero con una destreza impecable, Aemond derrotó a Sir Criston y miró hacia donde yo estaba. Mantuve la mirada unos segundos sin mostrar expresión alguna y seguí mi camino siguiendo a los guardias.

Estabamos a punto de entrar en la fortaleza cuando una voz... Su voz, paró a los guardias.

AEMOND: ¿A donde os dirigís?

GUARDIA: La chica a pedido ver al Rey, mi Principe

AEMOND: ¿Quien eres? - ¿Me estaba preguntando a mi?. Esperé a ver si los guardias respondian ya que Aemond no me estaba mirando, hasta que lo hizo

TN: Soy Tn/Ta. Vengo a dar un...

AEMOND: Ya... - miró a los guardias - Retiraos, yo la llevaré a ver al Rey

Los guardias hicieron una reverencia y se fueron. Aemond me estaba mirando, ahora no me quitaba el ojo de encima, pero yo a él tampoco. Estaba fascinada por tener delante de mi al mismísimo Aemond Targaryen.

AEMOND: Sigueme

No quisé ponerme a su lado mientras entrabamos en la fortaleza. Le miré directamente a los ojos, no hice ninguna reverencia ni lo menté por su rango de Principe. Me pareció que estaba empezando con mal pie y quizás caminar a su lado sería muy descarado por mi parte. Aunque debo añadir que ir tras él no me desagradaba. La complexión de Aemond podría parecer enclenque, pero tan de cerca era un hombre que inimidaba. Esa espalda que aún con ropa, se le notaba que era fuerte.

AEMOND: ¿Es cierto lo que nos contaron?

TN: No se que os contaron, mi principe - Aemond me miró al escucharme llamarlo principe

AEMOND: Dicen que sois... como decirlo... una especie de bruja

TN: No sabría que deciros, mi principe. Solo se cosas que me gustaría compartir con el Rey y su familia para que la casa Targaryen prospere.

AEMOND: ¿Y qué interés tendría una bruja para con mi familia?

TN: El interés de que vuestra familia no caiga en desgracia, mi principe

Aemond paró y me miró. Estabamos en un pasillo y habían varios guardias vigilando, pero parecía que ninguno prestaba atención. ¿No deberían estar atentos al principe?. Me quedé un rato viendo a los guardias hasta que Aemond se puso en mi campo de visión y le miré a él.

Destino: Poniente (Aemond Targaryen y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora