CAPÍTULO 15

1.2K 99 1
                                    

A la mañana siguiente, Rhaenyra y Daemon nos esperaban temprano para despedirse.

RHAENYRA: ¿Necesitas que alguien vaya con vosotros?

TN: No, majestad. Muchas gracias por vuestra hospitalidad

RHAENYRA: Espero noticias pronto

Con una reverencia por parte de los dos, Aemond subió en Vhagar y yo en Vermithor. Aemond insistió que cuando estuvieramos en los peldaños de piedra aprendería a fabricar una montura para mi dragón, pero le dije cientos de veces que no la necesitaba. Se que se puede sentir uno más seguro, pero siento que el vínculo no sería el mismo.

Al llegar a los peldaños de piedra observamos desde las alturas todo el destrozo que habían hecho. No se veía a nadie por allí, como era de esperar. La triarquía al ver a los dragones, se habrían escondido.

Miré a Aemond y este esperó a que yo hiciera algún movimiento. Sabe perfectamente que no puede cometer más errores. Bajamos con los dragones a la orilla de la playa y me coloqué frente a Vermithor.

TN: ¡CRAGHAS DRAHAR! - Grité

Estaba llamando a que saliera el principe-almirante de Myrish. Hay soldados de Myr, Lys y Tyrosh, entiendo que lo único que quieren es conservar los peldaños de piedra para ellos y ganarse la vida de alguna manera. Supongo que habrá que llegar a un trato con ellos

CRAGHAS: ¿Quien eres? ¿Una Targaryen que ha venido a perder?

TN: No soy una Targaryen y mucho menos he venido a perder - Aemond se tensó a mi lado y se llevó la mano a su daga - He venido a negociar - dije parando a Aemond

CRAGHAS: ¿Negociar el que?

TN: Tú y tu gente podeís quedaros con los peldaños de piedra, podeís llamaros principe si así lo deseais

CRAGHAS: ¿Y que quereís a cambio? Ni siquiera se quien sois

TN: A cambio, combatireis junto a la reina Rhaenyra Targaryen, quien soy es lo de menos

CRAGHAS: No iremos con esos mierdas de los Targaryen. Ya estoy tolerando que vengas con uno de ellos, con ese sucio pelo plateado - escupió al suelo en dirección a Aemond - Pero puedes decirle a Daemon que venga, que le tengo una sorpresa

TN: ¿Me estás diciendo que no acaptas la negociación?

CRAGHAS: Eso es lo que estoy diciendo, zorra llorona

TN: Muy bien - sonreí y le hice un gesto a Aemond para que se retirara lo suficiente.

El ya sabía que estaba a punto de pasar. Anoche le comenté todo lo que significaba la carta que me mando Mysarya.

CRAGHAS: ¿A que estás esperando? Largate con tu dragón seas quien seas, pero dejanos aqui al tuerto - que lo llamara así hizo que borrara mi sonrisa - Nos lo follaremos después de matarlo

Vermithor todavía estaba tras de mi. Desenfundé mi espada y señalé al mierdecilla que estaba frente a mi. Al hacerlo, el resto de sus hombres salieron. ¿Cuantos habrían? ¿5000? ¿8000 personas?

CRAGHAS: ¿A ti también quieres que te folle antes de matarte, zorra?

TN: Hablas demasiado

Me atacó con toda su rabia y no me costó ni 10 segundos desarmarlo. Lo tenía agarrado del cuello con mi brazo. Vi que cientos de hombres venían a por mi, pero Vermithor agachó su cabeza y todos se pararon. No solté a Craghas en ningún momento. Lo que estaba a punto de ocurrir, lo tenian que ver todos.

TN: ¡DRACARYS!

Vermithor lanzó sus llamas a Craghas y por lo tanto a mi también. Sus gritos eran desgarradores. En escasos segundos, su cuerpo estaba a mis pies hecho cenizas y yo salí intacta. Esa magia de sangre de la que me hablaba Mysarya es la misma que tenía Daenerys, por eso no me quemé con el Dracarys de Vermithor.

Los hombres frente a mi no entendían como su lider estaba muerto y yo no. Poco a poco todos se fueron arrodillando ante mi. Todos. Vermithor rugió y Vhagar con él. Al girar mi vista, vi a Aemond con la boca entreabierta, se acercó lentamente a mi y se arrodilló a mis pies.

TN: PUEBLO DE MYR... - Grité - DE LYS... DE TYROSH. SOY TN, LA QUE NO ARDE. ¿ME AYUDAREÍS A RESPALDAR A LA REINA RHAENYRA EN SU CONQUISTA DE LOS SIETE REINOS?

Todos los hombres alzaron sus armas y gritaron a favor de respaldar a Rhaenyra.

TN: ¿Quien era el segundo al mando?

HOMBRE: Yo, princesa

TN: No soy princesa de nada - le hice un gesto para que se acercara - ¿Cual es tu nombre?

HOMBRE: Culebra

TN: Bien, Culebra. ¿Teneís cuervos aquí? ¿Teneis materiales para hacer barcos?

CULEBRA: Sí, los tenemos

TN: Enviar un cuervo a Rocadragón con esto - le di un pergamino ya escrito enrollado - Y que los constructores comiencen desde ya a contruir los barcos. ¿Cuantos sois en total para ir a la batalla?

CULEBRA: Somos 8.500

TN: Que construyan 300 barcos, y que en las velas esté el emblema de la casa Targaryen

CULEBRA: Como ordeneís - hizo un gesto con la cabeza y se fue a hacer sus mandatos

Miré a Vermithor, le acaricié y este salió volando. Aemond hizo lo mismo con su dragona y luego se acercó a mi.

AEMOND: Tengo que decir que tuve miedo cuando dijiste el dracarys. Podría haber salido mal. Podrías haber acabado con él con la espada. - señaló el cuerpo quemado

TN: Podría, pero entonces los demás se hubieran acercado y tendríamos menos hombres ahora. Necesitamos todos los posibles.

AEMOND: Ahora mismo yo te necesito a ti - dijo agarrando mi cara y besándome

TN: Primero deberíamos tener un lugar donde hospedarnos

Una niña con su madre se nos acercaron en ese momento. La niña me sonrió y me agaché para recibirla

NIÑA: Mi madre no habla la lengua ponientí. Me ha pedido que os diga que tiene una casa libre en la que podeís quedaros

TN: Dale a tu madre las gracias - la niña lo hizo y la mujer sonrió - ¿Podeís mostrarnos el camino?

La niña me dio la mano y Aemond caminó tras de mi. Llegamos a una casa apartada del pueblo.

NIÑA: Esta casa era del hombre al que quemasteís - la miré - Ahora él ya no la necesita - sonrió - De mayor quiero ser como vos

TN: Serás mucho mejor - sonreí y la niña se fue con su madre

Aemond y yo entramos a la casa y sorprendentemente estaba limpia. Aemond besó mi cuello desde atrás y me rodeó con sus brazos mi cintura.

AEMOND: He tenido una visión - susurró

TN: ¿A sí? ¿Y de que trataba?

AEMOND: Tú y yo viviendo felices lejos de Poniente, con unos cuantos niños preciosos. De pelo negro o plateado

Me giré sin que apartara sus brazos de mi y le rodeé por los hombros. Besé sus labios y Aemond lo hizo más profundo.

TN: ¿Quieres empezar ahora?

AEMOND: Quiero hacer las cosas bien - me besó de nuevo - Casemonos... Ahora

TN: ¿Que? - me reí

AEMOND: Eres a quien amo, con quien quiero estar toda mi vida. Con quien quiero una descendencia. Tu eres mi mundo, ya lo sabes

TN: Casémonos

La ceremonia se celebró esa misma noche. Habían varios maestres por allí que podían oficiar el casamiento. No conocían la forma de casamiento de los Targaryen, de la antigüa Valyria, pero si sabían la común en poniente. A ojos de los siete, Aemond y yo oficialmente estabamos casados.

Llevándome en brazos, entramos en casa y el resto siguió con la celebración que ellos mismos se organizaron con bebida y música. Aemond me dejó encima de la cama mientras me besaba

AEMOND: Vamos a por esos preciosos hijos - dijo quitándose el parche

Destino: Poniente (Aemond Targaryen y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora