Directo a Ti Vdy ©

Capítulo 12 "Desde el primer momento"

Esa investigación podía llevar varios días, así que no les quedaba de otra que esperar y mientras continuar con su rutina diaria.

Llevaba ya un par de días trabajando en la Universidad y la verdad es que se sentía muy a gusto, además le habían ofrecido un puesto para impartir algunos seminarios de finanzas, bien, una entrada más de dinero aunque eso fuera de manera temporal, por supuesto lo celebraría esa noche con Christopher en su casa del lago dejando a Evelyn y Maite bajo el cuidado de Marissa.

—Su copa, maestra—le extendió una copa de champagne.

—De hecho lo soy—sonrió aceptándola.

—Lo sé—le guiñó un ojo y se sentó a su lado abrazándola a él para darle un beso.

— ¿Y qué tienes preparado para esta noche?—acarició su brazo.

—Una buena cena—sonrió volteando a ver su mano que recorría su piel—, más champagne y un baño de tina caliente.

—Suena bastante bien.

Y así fue, una maravillosa noche juntos y un despertar igual, un desayuno en la cama y de vuelta al pueblo donde ya los esperaba el investigador con las respuestas que necesitaban.

Christopher había tenido razón, en el lugar se habían encontrado las huellas de Mark Brown, un descuido enorme, por supuesto obtendría su castigo al igual que Jason Collins, unos cuantos años en prisión, bien merecidos.

—Ahora—suspiró Dul—, debo pensar en alguna manera de conseguir dinero para levantar de nuevo este lugar. Tal vez algún préstamo o...

—No—interrumpió Christopher—, tengo otra idea.

— ¿Cuál?—lo vio intrigada.

—Después te digo, solo déjame hacer un par de llamadas.

—Pero...—la interrumpió con un beso.

—Te amo, te veo en un par de horas en la cafetería.

Y se alejó sacando su celular dejándola más confundida que al principio, pero debía reconocer que ese hombre siempre tenía buenas ideas. Solo sonrió negando con la cabeza y se dirigió a la cafetería, ahí estaba Maite con Evelyn quien había comenzado a salir de casa pero en silla de ruedas, se dirigió hacia ellas a charlar un rato.

El hombre llegó justo en el par de horas que prometió, con una sonrisa en el rostro y sentándose junto a su novia uniéndose a la plática. No dijo nada, ni cuando Dul le pidió que lo hiciera. ¿Qué estaba tramando?

—No insistas—rio abrazándola—, no te lo diré hasta que ya esté hecho.

—No colaboras con mi estrés—entrecerró los ojos sintiendo sus labios contra los suyos.

—Tómalo como una sorpresa navideña.

—Bien—puso los ojos en blanco derrotada—, ahora, quiero hacerte una proposición.

—Dime—sonrió arqueando una ceja.

—Controla tus hormonas cariño—rio apretando su rostro con la mano—. Escucha, aún tengo algunas cosas en Nashville y debo entregar el departamento, así que, ¿qué tal si me acompañas este fin de semana?

— ¿Todo el fin de semana?—sonrió viendo sus labios.

—Podría ser.

—Todo lo que implique pasar días contigo tendrá un sí como respuesta.

—Bien—asintió—, entonces así será.

Llegaron a Nashville el viernes por la noche, yéndose directamente al departamento con la cena que tuvieron que comprar en el aeropuerto, en ese momento quería entrar a la ducha, cenar y recostarse junto a él. Afortunadamente Jane había estado ahí más temprano para asegurarse de que todo estuviera en orden.