365 días de ti ➴ minayeon

Capítulo 15

Nayeon se vuelve a sentar solo para ser sujetada por un par de manos suaves. Incluso a través de toda la confusión provocada por su incómodo sueño en el duro suelo, ella sigue siendo lo suficientemente inteligente como para no asustar a Mina y someterla a la incomodidad que seguramente seguirá.

El que ella ya está sintiendo por su posición actual.

Quita suavemente los brazos de la rubia que la sujetan y pone una distancia respetable entre ellos.

Ella observa a la chica despertarse de su sueño y el pánico se apodera de ella. Intenta recordar su día y sus pensamientos se ordenan en un bucle de palabras que solo dice ojos marrones.

Ella niega con la cabeza ligeramente como si quisiera dar sentido a sus pensamientos. Lo último que recuerda es estrellarse en el piso de la sala de prácticas, tratando de recuperar el sueño.

Observa a Mina con pánico creciente, sus instintos le exigen que corra, que huya de la chica que está destruyendo los muros que con tanto cuidado ha construido a su alrededor.

Casi se pone de pie de un salto, cediendo a su instinto, solo para ser observada suavemente por ojos somnolientos que la detienen en seco.

La cantante aparta la mirada de la chica que la observa atentamente.

"¿Nayeon-san?"

"¿Sí?"

Corre, corre. Ella ignora todas las súplicas de su mente y mira a la chica. La chica con la que se ha casado, la que ha insultado y destruido.

Sin embargo, aquí está ella, cuidándola, mirándola con ojos dulces y una cálida sonrisa.

Por una vez, decide hacer caso a su corazón y se recuesta en el suelo, se mira en el espejo de la pared opuesta para escapar del deslumbrante color marrón que parece atraparla.

"Gracias."

Ella casi se burla.

¿Por qué esta chica le está dando las gracias? ¿Por insultarla? ¿Por hacer de su vida un infierno? ¿Por todas las palabras hirientes que le ha lanzado con tanta facilidad?

"Mina" Suspira echándole un vistazo a la chica más joven, quien parece casi temerosa de su respuesta.

Siente que le sube la bilis por la garganta al darse cuenta de que Mina le tiene miedo. ¿No es eso lo que ella quería? ¿No la ha lastimado con el único propósito de mantenerla a distancia? Entonces, ¿por qué de repente ya no le gusta ser un monstruo?

"No deberías estar agradeciéndome."

Mina sonríe aliviada por su respuesta. Casi esperaba más insultos y abusos en su camino. Casi.

Sin embargo, en el fondo sabe que es solo una fachada, una máscara que la chica de cabello oscuro usa para protegerse, para mantener a todos alejados de su verdadero yo debajo de todas esas palabras hirientes. Una chica tan asustada y vulnerable como ella.

Mina sabe que todavía tiene un largo camino por recorrer antes de olvidar todas las palabras hirientes que tan descuidadamente la han roto, pero también sabe que ya ha comenzado a recorrer ese camino.

"Debería. No podría haber hecho cien cajas en una hora." Ella se ríe nerviosamente para disminuir la tensión que parece envolverlas.

"No. No podrías haberlo hecho."

Nayeon está de acuerdo lanzando una sonrisa genuina a la rubia, agradeciéndole en silencio por aliviar la incomodidad.

"Tan modesta."