Capítulo 34

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Se supone que tendrán una masiva pelea pública en unas pocas horas. Pero todo lo que Nayeon quiere hacer es acurrucarse con la rubia a su lado.

Mina se estremece cuando siente que un cálido aliento le hace cosquillas en el cuello.

"Buenos días." La mirada de Nayeon es suave. Más suave que la luz de la mañana que se filtra a través de las persianas.

"Buenos días." Mina tira de las sábanas, tratando de ocultar su desnudez.

Es realmente divertido porque Nayeon está segura de que ha memorizado cada pulgada del cuerpo de Mina. Pero no comenta lo tímida que es la joven y, en cambio, se inclina para darle un beso lento y suave.

Los ojos de Mina se cierran porque todo lo que siente es a Nayeon. El sabor en su lengua de la noche anterior, el olor que aún persiste en sus dedos, la forma en que la besa cuidadosa y minuciosamente, todo eso es abrumador.

Cuando las hermosas manos de Nayeon se cuelan entre sus piernas, acariciando un fuego insaciable, ella se aleja sin aliento.

Los ojos de Mina apuntan al reloj de la mesita de noche y le dicen a Nayeon que no pueden comenzar algo que no pueden terminar.

Nayeon suspira y de mala gana rueda sobre su espalda.

Es hora de montar un espectáculo. Ella desea poder quedarse en esta pequeña burbuja con Mina en su lugar.

Ella no sabe qué es esta cosa con Mina, pero no está lista para dejarla ir.

Esto es más que atracción física, más que un crush, de eso está segura y si Mina muestra algún indicio de que ella le corresponde, aunque sea un porcentaje de estos sentimientos que causan estragos dentro de su pecho, jura que no la dejará salir de su vista.

Mina tira de las cobijas hasta la parte superior de su pecho y se inclina y recoge la camisa de dormir del suelo. Se levanta de la cama usando la camisa de dormir para ocultar su modestia y se aclara la garganta tímidamente cuando ve a Nayeon mirándola.

A Nayeon le divierte lo tímida que está siendo la más joven. Ella se da la vuelta dándole un poco de privacidad.

"Puedes mirar ahora."

Le gusta lo ceñida que le queda la camiseta a Mina, como realmente no oculta su maravilloso trasero, y el que todavía pueda ver la punta de sus pechos bajo el material transparente.

Se agita algo en su abdomen.

Ella niega con la cabeza para despejar la nube de excitación.

Quién hubiera pensado que tenía un impulso sexual tan alto.

Es sorprendente incluso para ella. El que no pueda dejar de desear a la rubia cada minuto que está cerca de ella.

Todo lo que Mina hace la hace querer tenerla.

Incluso un acto tan simple como meter un cabello detrás de las orejas la prende.

Y ella sabe que este deseo puro y la constante necesidad de tocarla, sentirla, la va a volver loca.

Y se refleja en su rostro.



Lo que hace que Jihyo ponga los ojos en blanco con diversión.

"No encajamos, Mina."

Nayeon debería estar gritando. Ella está gritando. Al menos su tono es ese. Pero su expresión es otra cosa.

Mira a Mina como si la estuviera devorando con los ojos.

Al igual que Jihyo, Mina tampoco se pierde la mirada en el rostro de Nayeon. Sus mejillas se sonrojan intensamente y Jihyo espera que los tabloides asuman que es porque está enojada, no porque se está sonrojando.

"Esto no está funcionando, ¿verdad?" Mina pregunta en voz baja.

¿Cómo funcionaría si Nayeon no deja de cogerse con la mirada a Mina y Mina no deja de hacerle ojos de corazón a Nayeon? Jihyo realmente no se ha encontrado con dos personas más complicadas que ellas dos.

"Definitivamente no está funcionando."

Nayeon se acerca a la chica más joven disfrutando del sonrojo cada vez más profundo en su rostro.

"Por favor, no peleen en público."

Jihyo se interpone entre ellas. A decir verdad, siente que acaba de evitar que Nayeon le arranque la ropa a Mina.

Ella empuja a Nayeon en las costillas.

Eso parece funcionar por un tiempo, vuelve a poner atención.

"Terminamos."

pronuncia Nayeon, mirando los labios de Mina.

"Terminamos." Mina se desmaya.

Los periódicos que salieron el viernes afortunadamente no captan su lenguaje corporal.


"¿Terminó todo entre Mina y Nayeon para siempre?"

"¿La pareja del siglo se separa?"

"¿Luchará Nayeon por este amor?"


Mina ríe secamente ante las noticias.

Nayeon está grabando con las chicas. Sana la está ayudando a empacar sus maletas. Están sacando un abrigo del armario de Nayeon.

Los ojos de Mina se llenan de lágrimas cuando se posan en un abrigo en particular que alguna vez tuvo un diminuto pétalo de rosa.

Anhela ver a Nayeon y de repente se encuentra incapaz de respirar. Ella se excusa para ir al jardín.

Como si el universo la estuviera escuchando, choca suavemente contra Nayeon, que acaba de llegar por la puerta principal.

Cae sobre ella en un abrazo aplastante. Deja que su cuerpo se hunda, sus músculos se aflojan.

Nayeon no la cuestiona. La sostiene con brazos fuertes, meciéndola suavemente.

Y a pesar de la pesadez en su pecho, el corazón de Mina se acelera al sentir el cuerpo de Nayeon presionando contra el suyo.

Se hunde en la calidez que ofrece la mayor, apreciando el silencio.

Porque ella nunca podrá decirle a Nayeon lo que siente.

No cuando Nayeon no se siente de esa manera.

365 días de ti ➴ minayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora