365 días de ti ➴ minayeon

Capítulo 6

Ella parpadea, incapaz de creer lo que acaba de escuchar.

No se mueve, no respira, el corazón le late con fuerza en el pecho.

¿Mina estaba enamorada de ella? ¿Es esto una especie de broma cósmica?

Momo estudia a Nayeon con una atención inquebrantable. Espera no haberla dejado en estado de shock.

"¿Estás jugando conmigo?" Nayeon finalmente habla.

"Sí, porque eso es lo primero que tengo en mente."

Momo se libera del agarre de Nayeon.

Nayeon siente que se le tensa la garganta.

"¿Cómo no lo viste? La lastimaste tantas veces."

La mayor se estremece ante sus palabras.

"Pero ella te perdonó todas las veces."

"¿Por qué crees que se fue de la cena familiar cuando Min estaba hablando mal de ti? ¿Por qué crees que llegó a casa llorando como un desastre solo para decirte que tú no eres la mala? ¿Por qué crees que rompió con Min cuando los encontraste esa vez? ¿Por qué no pudiste ver cuánto te amaba?

Momo le clava un dedo en el pecho con cada pregunta.

La barbilla de Nayeon tiembla.

"¿No has visto la forma en la que te miraba? Dios, era patético lo enamorada que estaba."

Entonces mira bien. Y tal vez finalmente lo veas.

Nayeon cierra los ojos. Se cubre la cara con sus manos temblorosas.

"¿Cómo no viste su amor por ti, Nayeon-chan?"

Momo casi grita.

Un gemido involuntario escapa de los labios de Nayeon.

Mina estaba enamorada de ella.

Se ha entregado por completo, tanto emocional como físicamente a ella, y Nayeon se ha ofrecido a pagar por ello.

La chica de la que está locamente enamorada tenía sentimientos recíprocos y ella ha estado demasiado cegada por su propia oscuridad para verlo.

Mírame, nunca me has visto. No como persona, y mucho menos como esposa.

Momo vio como Nayeon se inclinaba hacia adelante, presionando sus palmas contra su rostro, ahogándose en sus sollozos.

Una pequeña parte de ella quiere que sufra tanto como sufrió Mina, como aún sufre.

"Yo también estoy enamorada de ella."

Nayeon dice, su voz quebrada.

"Lo sé."

Momo ve el dolor en sus ojos llorosos, ve lo desconsolada que está.

Al igual que Mina.

Y su parte racional sabe que la mayor está sufriendo tanto como ella.

Le da palmaditas en la espalda suavemente hasta que sus sollozos se calman.

Nayeon respira hondo.

Mina la amaba. Tal vez, todavía la ama.

Eso es suficiente.

Ella sabe lo que tiene que hacer a continuación.

Necesita repararse a sí misma antes de poder arreglar las cosas con Mina.

Mina se merece las mejores cosas del mundo. Y ella será la mejor versión de sí misma por la chica que la amó.

Por la chica de la que está enamorada.

Por su esposa

La primera sonrisa en cuatro meses se forma en sus labios cuando susurra las palabras para sí misma.

Mi esposa.

Momo finge que no escucha eso, finge que su corazón no se derrite un poco al ver la sonrisa de conejito de la cantante.

Al día siguiente, Nayeon entra a la oficina de Boram con una misión.

"Necesito que me envíes a terapia por el tiempo que sea necesario. He hablado con las miembros y no les importa tener una pausa. Necesito que me repares, unnie."

Boram le sonríe a la chica que ha visto crecer de ser una niña asustada a una adulta dañada.

"Lo haré."

Nayeon se deja caer en la silla de la oficina, como si se hubiera agotado emocionalmente. "Ni siquiera estoy segura de si esto funcionará."

"Estás haciendo lo correcto, Nayeon-ssi."

Boram la tranquiliza.

"Tal vez haya momentos en el que desees dejar esto, querer cambiar de opinión. Siempre que te sientas así, recuerda lo siguiente que te voy a decir."

Ella tiene toda la atención de la joven chica ahora.

"Recuerda que Mina se negó a tomar la casa. Se negó a tomar un solo centavo del contrato."

Ella ve a Nayeon luciendo atónita.

"No eras un contrato para ella. Eras mucho más que eso."

Ve lágrimas que amenazan con derramarse de los ojos de la joven.

"Cada vez que piensas que la terapia no está funcionando, que es abrumador, solo recuerda que ella te amaba por ser tú. Solo se llevó tus recuerdos con ella, no tu dinero, no tu fama, no una casa que es su lugar feliz."

Boram le da unas cálidas palmaditas en la mano.

"Eres su lugar feliz ahora, Nayeon-ssi, y creo que también lo sabes."