365 días de ti ➴ minayeon

Capítulo 35

"Nayeon-chan." Mina deposita suaves besos en todas y cada una de las yemas de sus dedos.

"Mmm" Nayeon tararea.

"Qué estás pensando?"

Tú.

Pero Nayeon no puede decirle eso.

Que ella es la que siempre está en su mente.

Han estado casadas durante un año y, para bien o para mal, Mina siempre ha ocupado todos sus pensamientos.

"Esto y aquello."

Mina tira del brazo de Nayeon alrededor de su estómago.

Nayeon suspira en su hombro.

¿Puede decirle a Mina que desea poder detener el tiempo? Ella desea poder revivir este día una y otra vez en un bucle y nunca ver el domingo.

Que desea que Mina le diga que no quiere irse.

Deja que su palma ahueque el pecho de Mina. Queriendo sentirla. Queriéndola, necesitándola, más cerca.

Cuando Mina se arquea suavemente hacia ella, mueve su cabello a un lado y le da un beso acalorado allí.

"¿Qué estás pensando?"

Mina está pensando en cuánto va a extrañar a la coreana. Cómo incluso la idea de extrañarla la está lastimando. Que ella está temiendo que sea mañana.

Que desea que Nayeon simplemente le pida que se quede.

Ella se estremece cuando los dedos expertos rodean su pezón y lo pellizcan ligeramente. Se estira detrás de ella y envuelve sus manos alrededor de la cabeza de Nayeon acercándola más.

Ella quiere decirle cuánto la ama. Cuanto la necesita.

En cambio ella dice,

"No mucho."

mientras muele descaradamente su centro en la mano insistente de la cantante.

Nayeon la besa a lo largo de su cuello, una mano ahueca el pecho de la rubia y la otra se enrosca profundamente dentro de ella, queriendo llegar al centro, al centro de su ser.

Nunca queriendo dejarla ir.

"Nayeon."

Mina se viene con un gemido.

Cuando su rápido ritmo cardiaco se estabiliza un poco, se da la vuelta, tirando de la chica mayor para darle un beso necesitado.

Cuando Nayeon hace un movimiento para descender por su cuerpo, la detiene con un suave beso en la frente.

La mayor se pregunta cómo Mina puede convertir un momento tan sexualmente cargado, en algo tan tierno y cariñoso en un instante.

"Mi turno."

Mina coloca las manos errantes de Nayeon sobre su cabeza y la besa.

Esto ya no es tierno.

Es primitivo y necesitado y tiene a Nayeon empujando sus caderas hacia arriba, tiene su mundo girando sobre su eje mientras Mina desaparece entre sus piernas, debajo de las sábanas.

"Tienes que decirle que estás enamorada de ella."

Mina gira el cuello tan rápido que se sorprende de que no se haya roto.

"¿De qué estás hablando?"

Jeongyeon señala a Nayeon con los ojos.

Mina está empacando sus últimas cosas y Nayeon a menudo la mira con ojos llenos de tristeza.

"Somos tus amigas, Mina. No hay necesidad de fingir."

Mina no está lista para llorar.

No es así como se supone que debe ser su último día con Nayeon.

"Decírselo y ¿qué? Ella no me ama. Ya no quiero ser una carga para ella."

Nayeon frunce el ceño cuando Mina se inclina hacia delante y apoya la frente en la puerta de madera del armario.

Sana mira a Nayeon, quien mira a la rubia vacilante, sin saber qué hacer.

La coreana no puede escucharlas, pero se ve triste al ver a Mina molesta. Y eso le da esperanza a Sana.

"No lo sabrás hasta que lo intentes."

Tiene la sensación de que Nayeon está igual de enamorada que su mejor amiga.

Las miembros vienen a cenar. Su objetivo es mantener la conversación ligera, pero el aire se siente pesado con un aura triste y deprimente.

Chaeyoung intenta cambiarlo.

"¿No es gracioso que en realidad el lunes es su primer aniversario, pero estarán firmando los papeles de divorcio ese día?"

Ella solo está bromeando, pero una mirada a los rostros de Nayeon y Mina le dice que ha dicho algo incorrecto.

Jihyo niega con la cabeza a Chaeyoung y le pide en silencio que evite ese tema de conversación en particular.

Todas se van alrededor de la medianoche.

Mina cierra la puerta y se da vuelta solo para encontrarse cara a cara con Nayeon.

Sus ojos se miran el uno al otro por lo que parece una eternidad.

Nayeon envuelve sus brazos alrededor de ella cuando el dolor en el pecho de Mina amenaza con devorarla. Nunca ha estado más segura de que alguien puede morir por un corazón roto.

"¿Quieres ir a dar un paseo conmigo?"

La menor asiente, descansando su cabeza en el hombro de Nayeon.

Caminan una al lado de la otra en el jardín, sus manos unidas colgando entre ellas.

Es una noche fría de marzo y Mina tiembla levemente por el frío.

"Ven aquí."

Nayeon la acerca más, encontrando la distancia entre ellas insoportable.

"Estarás bien, ¿verdad?" Su mano enhebra el sedoso cabello rubio, ahuecando la cabeza de la joven.

Mina siente un nudo en la garganta y un temblor en los labios mientras trata de contener un sollozo.

Las lágrimas se forman rápidamente en sus ojos doloridos, pero no las deja caer.

Ella asiente con la cabeza, temerosa de no poder contener las lágrimas si abre la boca para responder.

Se aleja un poco del pecho de Nayeon y le sonríe tranquilizadoramente cuando ve que las cejas de la mayor se arrugan con preocupación.

"Estaremos bien."

Nayeon murmura mientras sus labios carnosos plantan un tierno beso en la frente de Mina, como si necesitara decir esas palabras en voz alta solo para ver si puede creerlas ella misma.