365 días de ti ➴ minayeon

Capítulo 13

Mina sonríe con nostalgia a la balanza. Es su paga de la semana. Ella cuenta el dinero en efectivo en su mano y camina hacia la tienda.

Solo tiene una cosa en mente y no se irá a casa sin ella.

Nayeon entra en la casa inusualmente tranquila. Está oscuro por dentro.

¿Dónde está Mina? Por lo general, a esta hora ya está de vuelta en casa. ¿Hay algo mal? ¿Por qué no ha apuntado el número de celular de Mina? Pero Hojin le ha dicho que la dejó en casa. Entonces, ¿por qué no está ella aquí?

Sus pensamientos impulsados por el pánico son interrumpidos por las luces que se encienden repentinamente y casi la ciegan.

"Sorpresa. Feliz cumpleaños."

Si hubiera sido la Nayeon de siempre, algunas cosas caras en la casa se habrían roto, habría proferido una serie de insultos a todos sus invitados y se habría asegurado de que no hubiera fiesta ni celebraciones.

"Gracias." Exclama con una sonrisa, sorprendiendo a sus amigas. Su sonrisa solo se ensancha con alivio cuando ve a Mina en un rincón charlando con Chaeyoung.

Pocas horas después de la fiesta, encuentra a la chica más joven acercándose a ella con cautela.

Se disculpa con sus invitadas y se encuentra con ella a mitad de camino.

"¿Sí?"

"Tengo algo para ti." Mina empuja suavemente una caja de regalo en sus manos. Nayeon abre la caja y dentro hay un hermoso collar de plata. El diseño es delicado y seductor. Al igual que la chica frente a ella.

Ella mira a la rubia que la observa con aprensión.

"¿Cuánto te costó?" Ella pregunta irritada.

Mina se tensa ante la voz molesta. "No fue mucho. Pensé que te gustaría."

"¿Cuánto?" Ella repite, ignorando el resto de su respuesta.

Mina tartamudea el precio.

"¿Sabes cuánto gastamos en Romeo, semanalmente?" Le pregunta a la chica avergonzada que permanece en silencio, "Más que esto. ¿Esperas que me ponga esto? Hazme un favor. No vuelvas a comprarme nada. Por favor, devuelve esto."

Empujando el regalo en la mano de Mina, se da la vuelta y regresa con sus invitados, dejando a una chica destrozada detrás de ella.

Mina tira el collar al cubo de basura en la cocina, limpiándose los ojos.

Ella ha olvidado por un segundo su lugar en la casa y sabe que se merece lo que recibió.

Claro, Nayeon ha dejado en claro que no la considera una ramera, pero aún está lejos de ser una amiga. A menudo se olvida de la diferencia de estatus entre las dos.

Camina por el pasillo para llegar a su habitación, sin molestarse en encender las luces. La oscuridad se adapta a su estado de ánimo.

"Te pasaste de la raya, Nayeon. Le dijiste muchas cosas a la pobre chica, pero ella no se merecía esto." La voz enojada de Jihyo habla en voz baja.

Mina camina más rápido. Ella no quiere escuchar accidentalmente su conversación.

"¿Qué más podría hacer? ¿Sabes cuánto es su salario semanal? Leí la carta de su oferta de trabajo, lo sé. Ella gastó todo ese dinero en mí. ¿Qué va a hacer para sus gastos? Ni siquiera tiene un buen bolso para llevar al trabajo y ella es demasiado orgullosa para pedirme o dejarme pagar. Así que dime, ¿qué opción tenía?"

Ella se detiene ahora. Seguramente no está soñando esto. ¿Lo está?

"¿No pudiste haber sido honesta con la chica?" Es Jihyo la que la ataca de nuevo.

"¿Para hacerle pensar que la compadezco? No creo que le guste eso."

"¿Así que hacerte ver como una maldita perra está bien?"

"Ella ya piensa que lo soy. Además, sigues olvidando que soy la mala aquí."

"Claro. ¿Y por qué eres la mala debías hacer esto?"

No hay respuesta para eso.

Mina se da cuenta de que sus lágrimas no se han detenido, pero ya no son porque esté molesta.