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Cartas


Zemo se detiene al final del pasillo, alza su vista al techo y queda prendada de la puertecilla, a simple vista no se alcanza a notar, pero lo conoce a la perfección, no tiene un mango para jalar o algo que haga pasar como jaladera, sino que su abertura es diferente, se mueve a la derecha y toma de la pared una lanza que no solo es de adorno, sino que tiene su debido uso, con un suave golpe logra desencajarlo, la lanza en la punta tiene un diseño único, del cual sobresalen dos pequeñas ramificaciones a los lados, haciéndose pasar como una arma letal, el cual puede destruir órganos internos por el diseño, pero su propósito era otro.

Con ayuda de las ramificaciones jala la portezuela que al descender va apareciendo una escalera la cual llega a la perfección al piso, con cuidado deja la lanza recostada a la pared y lentamente sube la escalera, al llegar al último escalón, lo sube con cuidado, la luz que entra por unas pequeñas ventanillas ilumina el lugar, pero se dirige al interruptor para prender la luz.

Al ser más claro el lugar observa a su alrededor, cajas de diferentes tamaños adornan el lugar, busca entre las cajas la que tengan escrito "adornos" o "navidad", de las pocas veces que vino con sus padres, decoraban muy atentamente toda la cabaña, aunque no tuvieran vecinos o fuera un lugar a simple vista, les gustaba un sitio muy navideño, así que su misión era buscar más adornos para decorar la cabaña.

Moviendo cajas y más cajas llenas de diferentes cosas, se encuentra con una que tiene escrito su nombre, llamando toda su atención al reconocer la letra de su padre, debatiéndose entre abrirla o no, la tomo entre sus manos, se aleja unos pasos y se sienta en el suelo, admirando la letra, la abre poco a poco, encontrado en ella un álbum de fotografías, las cuales revisa, habiendo fotos de él en diferentes etapas de su vida, juntos con sus padres, algunos amigos de la niñez, familiares más cercanos, cumpleaños de él, sonriendo por los recuerdos que brotaban, lo siguiente en la caja era una pequeña cajita, al abrirla vio que era el anillo de la familia, aquel que su padre reusó a dársela y al fondo, unos cuantos sobres amarrados en un suave listón.

Sin la menor duda, supo que eran cartas, con cuidado desata el moño que las tenía aprensadas, revisando el remitente de las cartas, siendo todas de su padre, un total de cinco cartas, las dudas e incertidumbre surgen a borbotones, ¿es buena idea leer las cartas en ese momento? Son para él, pero no sabe si quiere saber el contenido.

Después de un rato de estarlas mirando decide tomar solo una, con una lentitud rasga el sobre, poco a poco saca la hoja y la desdobla, nota la letra de su padre, así que tomando una respiración llenando sus pulmones de aire y la fuerza dentro de él inicia la lectura.

Al terminar de leerla lo embargo el sentimiento de protección de su padre, la carta fue escrita el año en el que se unió al ejército, siguiendo los protocolos de la realeza, leer lo preocupado que su padre estaba por él, lo que iba a sufrir dentro, las cosas horrorosas que podía o más bien seria testigo lo iban a cambiar, lo cual todo fue verdad, el cambio en él fue abrupto, pero supo cómo manejarlo.

También expresaba lo orgulloso que se sentía por tener un hijo como él, haciendo frente con responsabilidad a sus deberes y obligaciones, además de su excelente desenvolvimiento en asuntos diplomáticos, a tan corta edad aprendió a manejar las situaciones críticas y no tan críticas.

La siguiente carta fue cuando cumplió la mayoría de edad, expresaba el orgullo que sentía, su pequeño Helmut era un grande en el ejército, con varias medallas, gran carácter, tenaz, todo lo bueno. Además, se percató que esa carta la había escrito unas horas antes de su fiesta de cumpleaños, porque decía que esa noche le daría el anillo que pasaba de generación en generación en las manos de los Zemo.

Situación que no paso, rememorando esa noche, su padre en un punto de la fiesta se dio cuenta de las preferencias de su hijo, cosa que no le agrado, acabando en gritos, reclamos, decepción y culminando en la frase que rompió todo, "desde este momento no tengo hijo".

Dolió, recuerda ese dolor que agito su pecho, fue peor que sentir una herida en combate, esa misma noche salió de casa para nunca volver, regreso al ejército y poco a poco fue subiendo de nivel, hasta que un día después de años se cansó, se cansó de la vida que llevaba y decidió darse de baja para comenzar a vivir a su gusto.

Fue donde conoció a James, otro soldado marcado, ambos se curaron y en el proceso nacieron sentimientos que pensaron no serían capaces de sentir de nuevo.

Surgieron dudas, ¿continuar leyendo? No quería leer como su padre lo aborrecía, pero necesitaba saber, lo necesitaba, dándose cuenta que aún le importaba su padre.

Las otras cartas estaban escritas con diferencias de años, ninguna consecutivamente, pero no le importo, algunas líneas dolieron, otras no tanto.

Al llegar a la última se preguntó si podía soportarlo, dando varios respiros se dijo que sí, necesitaba acabar con ello. La abrió, leyó la fecha y se dio cuenta que fue escrita hace un año, precisamente en diciembre, con pesadez comenzó la lectura.

Reflexiono lo que había leído, las palabras no sonaban tan duras, no había resentimiento, enojo, molestia, nada de eso, solo puedo notar dolor, entre líneas encontró que su padre estaba solo, así como también algunas cosas que había escrito, como el arrepentimiento que todos los días sentía, le dolía la distancia que el mismo había provocado, su terquedad y la mala crianza que le habían dado sobre lo que era ser un hombre, agradecía que él no fuera así, luchara por lo que él era, y que estaba orgullo por el hombre que se había convertido.

Explicaba casi al final que le daba el anillo que le pertenecía, y que él podía decidir qué hacer con él, finalizando con un "te ama este viejo terco y solitario".

Las lágrimas en algún momento habían aparecido, no supo cuándo, pero lo sintió bien, como el llanto le ayudaba a lavar sus sentimientos, los cuales estaban hechas un desastre, poco a poco comenzó a calmarse, las lágrimas pararon y pudo ordenar sus pensamientos, no podía decir que perdonaba totalmente a su padre, porque no era posible, pero podía ser un largo proceso en el que los dos participarían.

Se sentiría hipócrita sino lo hiciera, había apoyado y alentado a James en estos procesos, era estúpido si él no lo hiciera, así que, con ello en mente, ordeno las cartas, el álbum y el anillo en la caja que tenía su nombre, la dejo dentro de otra caja que tenían pocas cosas de navidad, apago la luz y bajo del ático con cuidado.

Ya en el primer piso, volvió a esconder la portezuela con la lanza y esta la dejo en su lugar.


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12 días WinterBaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora