Abrazo
Los humores se habían calentado en la cabaña.
A pesar de estar en plena temperatura baja, Zemo presenta a medio día antojos de comer algo frío, por lo que se dirige a la nevera, en la que estuvo buscando por varias veces un bote de helado, pareciéndole increíble que no lo encontrara, decide preguntarle a Bucky, tal vez él lo guardo en otro lado o cabía la posibilidad que el pelinegro lo encontrara en comparación de él.
--James, ¿de casualidad has visto el helado? – lanza la pregunta haciendo notar su curiosidad.
Las alarmas en Bucky sonaron con fuerza, dejando su mano a medio camino de tocar a Alpine, acción que se aprovecha, se lanzó a esta y le dio una leve mordida en modo juguetón, haciendo una ligera mueca el primero.
--Helado, ¿Cuál helado?
--El que te pedí que compraras cuando estábamos en el supermercado.
Bucky guarda silencio rememorando ese día de compras, estaban algo de prisa por el tiempo, se les estaba haciendo tarde, no querían llegar de noche a su destino, así que la lista de compras la dividieron en dos, Zemo se fue por un lado con un carrito y Bucky con otro. A mitad de camino o de compras, se toparon en los lácteos, el pelinegro estaba entretenido viendo todos los productos que no le presto mucha atención a lo que decía Zemo.
Solo capto cuando le dijo de su helado favorito, el cual estaba cerca de él, pero nunca comprendió todo el mensaje de Helmut, solo dijo un leve sí acompañado de una afirmación con su cabeza, viendo de reojo el gesto feliz del castaño, creyendo que había hecho algo bueno sin saberlo.
La comprensión le pego como si fuera un bate de béisbol.
--¿El helado que estaba cerca de mí?, ¿ese helado? – divaga evitando mirar a los ojos de Zemo.
--Si, ese helado. – remarca con un tono de voz algo severo, estaba comprendiendo la situación.
--Ah, bueno... si, que te puedo decir... bien, se ve que es un buen helado, ¿verdad? – balbucea dando una risa nerviosa al final.
--Sí, es un buen helado.
--Me lo imagino, me lo imagino. – suspira aceptando lo que se viene.
--James.
El mencionado posa sus ojos en los del castaño, en estos puede ver la molestia, e incluso algo más que eso, el enojo asomándose.
--No lo compraste. – sentencia sin duda.
--No, no lo hice. – reconoce con pesar.
El bufido que sale de Zemo indica lo enojado que esta, aunque una parte racional de él dice que es algo tonto ese enojo, no es suficiente para detenerse.
--Solo te pedí una cosa, sé que no estaba en la lista, pero solo te pedí que lo agregaras al carrito, y no lo hiciste. – gruñe con la voz cargada de enojo. – Y no me digas más, no quiero gritar, no me sigas.
Sin darle tiempo a Bucky de hablar, se va de la sala y se encierra en la habitación.
El pelinegro se queda sin saber qué hacer, quiere ir detrás de Zemo, pero respeta lo que le dijo, es mejor que este unos momentos a solas, no quiere hacer algo más grande.
Las horas pasan, y Zemo no ha hecho presencia ni intento de salir de la habitación, Bucky se reúsa a dejarlo que pase la noche en la habitación.
No sabe qué hacer, en una ocasión se acercó y toco con suavidad la puerta, teniendo como respuesta un ligero, pero enojado "largo".
Cayendo la noche se le ocurrió, toma su celular y sale al porche, cuidando de no dejar cerrada la puerta, se aleja unos pasos y marca el número que lo salvaría, al segundo timbre le respondieron, reconociendo la voz del hombre, rápidamente le pidió la receta que podía poner a Zemo tranquilo. Con toda su atención se lo aprendió, agradeciendo profundamente al hombre del otro lado.
Al entrar a la cabaña, se metió de lleno a la cocina, y no salió hasta que las tazas y los platitos donde acomodo los dulces que amaba Zemo estaban listos.
Toca la puerta con suavidad, no escucha ninguna respuesta.
--Helmut, lo siento mucho, soy un tonto y torpe, no lo hice a propósito, nunca haría algo a propósito para molestarte, solo soy un hombre tonto, que tiene mucha suerte de tenerte, no sé cómo puedes estar con uno hombre torpe como yo. – expresa con pesar, reconociendo lo que puede llegar a ser.
Se queda con los labios abiertos, iba a continuar hablando, pero la puerta fue abierta, apareciendo frente a él Zemo.
Se quedan mirando por poco tiempo, Bucky toma la iniciativa y se acerca al castaño, el otro también se acerca con una leve sonrisa.
--Perdón, fue tonto de mi parte enojarme por algo así. – pide un avergonzado Helmut.
--No tienes nada que pedir perdón, tu perdóname por ser despistado.
--No eres... bueno, eres un poco, pero así me encantas. – reconoce con una alegre sonrisa.
Ambos sonríen, se acercan para fundirse en un suave y tierno abrazo, al separarse juntan los labios para darse un beso.
--Vamos, te prepare el té que te gusta.
El pelinegro toma la mano de Zemo y lo lleva a la cocina, donde están las tazas y las dulces, el castaño encantado besa de nuevo a Bucky. Se sientan y comienzan a beber del té, sorprendiendo al castaño por el sabor, Bucky sonríe con entusiasmo, había dado en el clavo.
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12 días WinterBaron
FanfictionDinámica creada por Blue Cherry Blossom #12DiasWinterBaron