12 días WinterBaron

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Será una nueva tradición

--Tengo antojo de galletas, ¿tenemos galletas? – pregunta Bucky revisando los cajones en la cocina esperando encontrar una caja.

--No, ya no hay. – responde Zemo. – Pero, tenemos ingredientes para prepararlas.

--Genial, ¿podemos hacerlas? – pide con entusiasmo.

--Claro. – afirma Zemo levantándose del sofá para ir a la cocina.

Ambos buscan los ingredientes que van a ocupar dejándolas en orden en el mesón, así como el tazón donde las mezclaran.

Integran primero la mantequilla con el azúcar, batiéndolas hasta que se integran, después añaden la harina antes tamizada por Zemo, junto con esencia de vainilla, Bucky mezcla todo hasta que obtiene una mesa que no se le pega en las manos.

Él mismo se encarga de estirarla con un rodillo, hasta dejar un lienzo delgado, la dejan reposar unos minutos, tiempo suficiente que prenden el horno para que valla tomando calor.

--¿Qué figuras podemos hacer? – cuestiona intrigado Bucky.

--No tenemos moldes para galletas.

--Podemos hacer las figuras que queramos, ¿no?

--Si. – acepta un gustoso Zemo. – Nos repartimos el lienzo y que cada uno haga las figuras que quiera.

--Si, suena genial. – expresa un entusiasta pelinegro.

--Es una buena idea James. – elogia Zemo mientras corta el lienzo en medio.

Cada uno toma su parte correspondiente, toman cuchillos, cucharas o tenedores, cualquier objeto que les sirve para tomarlos como moldes o ayudantes. Concentrados en lo que quieren crear, ninguno presta atención a lo que hace el otro, ya que sus ideas solo están para el lienzo.

Diez minutos después, solo están las figuras ya hechas, las acomodan en una charola, y con mucho cuidado la introducen en el horno, checando la hora toman tiempo, en unos diez minutos deberán estar ya listas, toman el temporizador y lo ajustan a que suene en ocho minutos, donde apagaran el horno y con el calor restante se conservaran y terminaran de cocinar.

Tiempo suficiente en donde Zemo se pone a preparar su té, diciéndole a Bucky que le gusto el gesto del día anterior, pero necesitaba más práctica para hacerlo, lo cual lo hará, pero cuando estén en casa, tiene que racionar muy bien el té para los días que faltan.

Ambos están sentados en el porche, viendo el atardecer y a Alpine jugando en la nieve, entre sus manos cada uno tiene una taza caliente, sintiendo muy bien la temperatura, y en medio de ellos un plato con las galletas, las cuales tienen una gran variedad, estrellas, pinos, nubes, corazones, el intento de cara de un gato, una camisa, entre otras cosas, riendo por algunas deformes.

--Creo que esto sería algo muy bueno de hacer. – sugiere Zemo.

--¿Qué cosa? – interroga Bucky antes de morder una galleta.

--Preparar galletas o cualquier otro postre nosotros mismos.

--Sí, creo que sí, fue relajante hacerlo. – admite Bucky.

--Lo podemos tomar como una nueva tradición para pasar un buen rato.

--Si, suena muy bien, si... acepto. – reconoce el pelinegro.

--Entonces que así sea, una nueva tradición.

Los dos se sonríen, saben que lo pueden aprovechar en cualquier momento para estar solos, no tan solos, siempre los acompañara Alpine.

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