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Jae-in abrió los ojos y acoplo su vista a la poca luz que había en el lugar, intentó moverse, pero se encontró a sí mismo amarrado de los pies y de las manos a una silla de metal, en su boca había una mordaza que no le permitía hablar, miró hacia los lados sin lograr ver nada ya que lo único que iluminaba la habitación era el foco que colgaba arriba de su cabeza.


-Hola- entró Namjoon en la habitación -soy yo de nuevo- le quitó la mordaza de la boca.

- ¿Quién mierda eres tú?

- ¡Oh pero que mal lenguaje! - Namjoon se coloca unos guantes de cuero negros -te voy a educar un poco porque veo que fuiste mal criado.

- ¿Quién putas eres tú?

-Soy tu puta pesadilla, hijo de puta- el primer golpe hizo que la cabeza de Jae-in rebotara de atrás hacia adelante - ¿Conoces a Seokjin, Kim Seokjin?

-Es mi puto novio- dijo escupiendo sangre.

-Novio mis cojones- otro puñetazo -eres un puto y asqueroso violador.

- ¿De qué demonios estás hablando? Él es mi novio- tosió.

-Muy bien, yo no conozco el trasfondo de tu relación con él, pero ayer lo encontré en el piso de su apartamento con moretones por todo el cuerpo y agresión notable en cada parte de él- otro puñetazo -y el único imbécil que salió de su casa fuiste tú.

-JAJAJAJAJA- empezó a reír como un desquiciado -a Seokjin le gusta como lo trato, me pide más, todos son así.

- ¿¡Tú crees que le gustaba!?- otro puñetazo -pues vamos a hacer algo que también te guste.


Hizo una seña y Jackson entró con un carrito llena de cosas y detrás de él dos hombres más.


-Muy bien Jae-in primero aprenderás lo que es el dolor por varios días y aun así nada se comparara a la forma en la que ultrajaste a Seokjin- se sacó los guantes y sonrió -empezaré con algo divertido que tal ¿200 voltios? y tu amiguito será el primero.


Ajustó la máquina al voltaje que indico y la encendió, llevó la pinza hasta el pene de Jae-in, un grito descomunal salió de su boca, intentó moverse, pero su cintura también estaba amarrada y no se había dado cuenta, apagó la máquina.


-Dime ¿te gustó? - no hubo respuesta, solo lo veía escupir sangre - ¿¡Te gustó!?- gritó.

- ¿A quién mierda le gustaría algo así?

-Oh ¿en serio no te gustó? Porque te escuche gritar- Namjoon se puso detrás de la silla y lo agarró del cabello obligando a hacer su cabeza hacia atrás -y en tu lógica eso es señal de que a la gente le gusta, a todos les gusta esto. Así que aprenderás de todo lo que has hecho.


Se limpió las manos y miró a los dos hombres que habían entrado a la habitación.


-Denle una tortura lenta y dolorosa- lo miró -Asegúrense de que sufra, pero no lo maten, si él muere ustedes mueren.


Ambos chicos asintieron y sonrieron, ellos eran unos expertos en tortura, pero también en medicina, lo que significa que sabían cuáles eran los puntos que no debían tocar o cuanta sangre puede perder sin morir en el proceso.


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Dos días después Namjoon se encontraba en la habitación de Seokjin, el doctor le había dicho que le había dado algo para dormir así que iba a descansar por un día entero, apenas había amanecido y él ya estaba en la habitación porque quería ser el primero que Seokjin viera cuando despertara, estaba consciente de que no era tan grave pero la culpa y la angustia no lo habían dejado dormir desde que había llevado a Jin a su casa, no se había ni siquiera cambiado, aún se encontraba sin camisa, aunque se aseguro de limpiar la sangre seca en su torso para no asustarlo.

La noche del inicio  (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora