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-Ya llegamos- apaga el auto.

Yoongi se estacionó frente al apartamento, con una franela de color rojo que estaba en el auto empieza a limpiar la sangre que sigue saliendo de su mano derecha perdiéndose con el color de la tela, Jimin baja del auto, lo rodea y golpea el vidrio con delicadeza de la ventana del conductor.

-¿Quieres pasar?- fue lo que salió de su boca una vez que la ventana fue bajada.

-Estoy bien- respondió aunque no haya sido lo que preguntara.

-No lo estas- Yoongi suspira mirando ahora sus manos lastimadas -Te duele y estas sangrando mucho- recalca lo obvio Jimin -Déjame curarte- sus miradas se conectan -quiero curarte.

Sus miradas conectaron y Yoongi no pudo evitar perderse en los ojos de Jimin.

-Esta bien- sube la ventana y sale del auto asegurándolo -cúrame Jimin.

Jimin le regala una pequeña sonrisa y le hace una seña para que lo siga, entraron al ascensor y el silencio los estaba abrumado pero ninguno de los dos planeaba decir nada. Al entrar al departamento el menor pidió que esperara en la sala mientras el iba por el botiquín al baño pero como Yoongi nunca hace caso, decidió mirar sus alrededores (aún cuando ya conocía el apartamento gracias a Taehyung) llegó a la habitación, la cama está completamente tendida y siendo alumbrada por la luz de la noche que ofrecía la hermosa ventana.

Encontró ropa y maletas en el piso, Jimin sale del baño pero escucha movimiento en su cuarto así que entrar a chequear que no pase nada, sorprende al platinado mirando toda la habitación, las mejillas de Jimin se pintaron de un bonito carmesí gracias a la vergüenza que tenía por tener un cuarto tan desordenado.

El menor deja el botiquín en la cama, empieza a recoger su ropa y maletas lo más rápido que puede bajo la atenta mirada de Yoongi, al terminar el mayor sonríe ladino.

-Park Jimin, tu cuarto es un desastre- su tono burlón escuchándose.

-No he tenido tiempo de arreglarlo.

-Claro, hay tiempos para fiestas pero no para arreglar tu apartamento- dice irónico.

-¡Ay por favor Min, no eres mi papa!- lo mira con los ojos entrecerrados -Siéntate- ordena señalando la cama.

Yoongi sonríe obedeciendo a su menor, su menor, que bonito suena en los pensamientos del platinado, Jimin se arrodilla frente a él, sabiendo que la posición era un poco comprometedora solo para ver la reacción del mayor.

Jimin toma con delicadeza la mano derecha del contrario, observo con cuidado cada magulladuras en los nudillos, agarro el botiquín y lo puso en el piso para su comodidad, tomó un pedazo de algodón para luego humedecerlo en alcohol etílico, miró al mayor, quien lo estuvo viendo desde arriba nervioso.

-Arderá pues los razones son grandes- avisa, recibiendo sólo un asentimiento en respuesta.

Sostuvo con su mano nuevamente la mano de Yoongi mientras que con la otra empezaba limpiar las heridas, escuchando los quejidos de fondo pero nunca sintiendo que apartara la mano, al limpiar la sangre pudo observar mejor las heridas, las tierrita y pequeñas piedritas estaban dentro de la herida, busco dentro del botiquín, sacó una botella de agua oxigenada y otro pedazo de algodón, empezó a regar el líquido en las heridas mientras sacaba el exceso con el algodón, repitió el proceso hasta que estuvo completamente seguro de que las heridas ya estaban desinfectadas y limpias.

-¿Por qué lo hiciste?- pregunta Jimin mientras seguía haciendo su trabajo.

-No lo sé...- responde un poco nervioso.

 Para terminar empezó a envolver las heridas con vendas esterilizadas, de manera que la mayor parte de su mano fue vendada pues las heridas estaban más expuestas al movimiento al estar ubicadas en los nudillos.

Cuando terminó encontró la mirada de Yoongi, sentían que solo con verse se decían tantas cosas que su boca no decía, las rodillas de Jimin empezaron a doler así que se guardó lo ocupado nuevamente en el botiquín y se levantó para llevarlo a guardar.

-Trata de no hacer mucho movimiento- dice Jimin ya que al entrar en la habitación lo encontró queriendo hacer puño -las heridas no son graves ni profundas, por ende curaran rápido pero no hagas eso por que el roce del vendaje también podría lastimarse- se sienta junto a él en el filo de la cama -déjame aflojarlo un poco por se acaso.

Jimin aflojo un poco más el vendaje pero al finalizar no soltó la mano de Yoongi, solo para molestar al mayor acerco su boca a la mano y empezó a besar los nudillos, delicados besos, que incluso hicieron suspirar al mayor al ver como lo hacía.

-¿Haces esto con todos tus pacientes?- pregunta Yoongi tratando de hacer como si el acto no lo había descolocado.

-Solo para quienes son valientes y fuertes- sonríe Jimin con inocencia logrando que sus ojos se cerraran también.

-Entonces debería lastimarme más seguido para que me cures- dice en broma.

-No te lastimes- pero Jimin no lo tomo de la misma manera -no me gusta ver a las personas lastimas, se que era mi trabajo pero es difícil y doloroso, más aún si son personas cercana a mi- los ojos del menor reflejaban tanta sinceridad que agobiaban al mayor con solo verlos.

-Prometo no volverme a lastimar y no volverte a preocupar así- Yoongi eleva su otra mano hasta acariciar una de las mejillas de Jimin.

-No puedes fallar a tu promesa- dice el menor en un susurro cerrando los ojos ante el tacto.

-Sanaste Jimin- Yoongi seguía dando caricias en su rostro.

-Tuve tiempo para hacerlo- responde Jimin sin intención de abrir los ojos, disfrutaba mucho de las caricias, como un pequeño gatito que se apacigua ante las caricias. 

-Me alegra saberlo, quisiera conocer al Jimin natural.

-Nada te lo impide- sonríe.

-Me alegra escucharlo.

Después de eso ninguno de los dos dijo nada, el silencio se hizo presente pero no se sentía incómodo, era agradable, reconfortante, el sueño empezó a apoderarse de él y poco a poco se acurrucaba más a las caricias, Yoongi lo noto y se hizo para atrás para dejar que Jimin se acostara, el menor no estaba pensando mucho en la situación solo se dejo llevar por las caricias que el mayor estaba dando ahora en la cabeza.

-¿Te irás?- preguntó Jimin adormilado. 

-Cuando te duermas- le afirma sin dejar de dar caricias en su cabeza. 

-¿m...me escribirás?- pregunta, sus palabras quedándose. 

-Quiero seguir viéndonos- vuelve a afirmar.

Ambos sonríen, cuando el reloj marcó las 3 de la mañana Yoongi se levantó y salió de la casa con una sonrisa en su rostro que sentía que nadie iba a quitársela. 








Hola gente a este punto yo no sé cómo haré que el desarrollo de la historia pase pero ya se me ocurrirá, podemos hablar de lo bonito que fue este capítulo porque a mi me gusto.

Gracias por leerme y no olviden darle a la estrellita si les gustó

La noche del inicio  (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora