_________ Yagami es la menor de tres hermanos, su hermano mayor Ligth tiene el poder de limpiar el mundo de la gente cruel y despiadada, para que la pequeña crezca en un mundo sin crueldad.
¿Qué podría pasar durante su misión?
- Advertencias -
• Ser...
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Un joven de cabellos castaños oscuro caminaba de regreso como siempre a su hogar después de un día lleno de aburrimiento en la escuela.
Aburrimiento que se iba en cuanto llegaba a la seguridad de su habitación, donde se encerraba para continuar su misión.
Crear un mundo fuera de la crueldad.
-- ¿Terminaste de estudiar, Ligth? -- cuestionó un ser de gran altura con tonos negros.
-- Así es Ryuk, ahora sigue mi siguiente tarea
Aquel ser de especie Shinigami, miraba como el portador de la libreta, capas de matar personas con solo escribir su nombre, escribía más y más nombres de delicuentes, asesinos, ladrones, entre otros más.
-- Tienes prisa por lo que veo
-- Exacto, debo dejar una horas libres antes de dormir
Realmente le sorprendía, pues el ente de nombre Ryuk, solo llevaba unos pocos días junto a él y logro ver de lo que era capaz de hacer con cuya libreta.
-- No es por ser entrometido, pero ¿porqué tienes tantas hojas con garabatos colgados en tu pared? -- pregunto muy curioso el Shinigami observando una parte de la habitación del adolescente.
El muchacho de nombre Ligth estaba totalmente concentrado haciendo su labor e iba responder a la pregunta, pero se vio interrumpido por unos golpes en la puerta.
-- Oye Ligth, no es por nada pero afuera hay un mini humano
-- ¡Lala! -- grito una tierna vocecita al otro lado de la puerta.
-- Debe estar despertando de su siesta -- dijo el muchacho con calma.
-- ¿Vas a abrirle al humanito?
-- Desde luego
Yagami no tardó en guardar su libreta en su cajón de seguridad, odiaría que aquella personita la tocará y lograra ver al enorme ente, así evitaría asustarla.
Se levantó de su silla y camino hasta la puerta, quitando el seguro y abriéndola.
-- ¡Lala! -- volvió a gritar la pequeña criatura con emoción.
-- Aquí está mi pequeña nena
Ligth cargo en sus brazos a la menor que no tardó en restregar su mejilla con la del chico.
Cerro la puerta y se fue a sentar en la silla de su escritorio.
-- ¿Dormiste bien, pequeña doncella?
-- ¡Ti! ¡Lala!
-- ¿Si? ¿Pudiste dormir con tranquilidad?
La pequeña había comenzado a sentirse incómoda durante hace algunos días, no lograba dormir tranquila en las noches y ahora estaba tomando siestas en las tardes.
