Epílogo

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/Capítulo largo/

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/Capítulo largo/



—- Por favor mi niña, no hagas esto más difícil

La menor de los Yagami lloraba a llanto puro por sobre aquel trozo rectangular de piedra.

Desde lejos podías oír como pedía a gritos que le devolvieran a aquellos días donde ella era feliz, donde todo estaba bien, donde su única preocupación era que sabor de jugo iba a beber, donde estaba con su hermano.

—- ¡Por favor regrese me a mi hermano! ¡Devuélveme a mi hermano!

—- (N) por favor, basta —- su madre tampoco se podía contener, pues sus ojos cada vez más se llenaban de esas gotas saldas cargadas de dolor —- Vamos a casa, por favor mi niña

—- ¡No! ¡Quiero estar con mi hermano! ¡Quiero estar con Ligth! ¡Quiero estar con Ligth!

Se arrodilló a su altura para tratar de hacerla razonar y calmarla.

—- Vamos a casa cariño

—- ¡Quiero estar con mi hermano!

—- ¡Pero el ya no está aquí!

La había tomado de los hombros para hacer que la mirase, estaba desesperada, ya no sabían que hacer, todo se había ido a la misma mierda.

—- Él se fue, no podemos hacer nada más, ya no

¿Cómo pudo terminar así? Ella nunca se enteró de nada de lo que sucedía, Ligth la había tenido tan bien cuidada que jamás logró ver cómo era la realidad.

Nunca había sentido un dolor tan grande como el que sentía ahora mismo, no sabía que hacer.

Matsuda las miraba desde lejos junto con Sayu, se sentía culpable, pues había prometido que cuidaría a su hermano mayor y el resultó ser parte de su muerte.

—- Ya no quiero vivir si no está el —- sollozaba en los brazos cálidos de su progenitora —- Quiero estar con Ligth, con mi Lala

Sachiko acaricio sus cabellos.

—- Yo también quisiera que esté aquí, que volvamos a estar juntos, pero eso ya no es posible

Ante las palabras de su madre, no supo que más decir, le dolía el pecho como el maldito infierno, había perdido a su mejor amigo "imaginario", a su amigo detective, a su padre, y a la persona que más cuido de ella desde que nació, su hermano.

Inhaló hondo y en vez de exhalar, soltó un grito causando que su garganta ardiera. Desde la entrada del cementerio podía oirse su lamento.

—- ¡Te vas a lastimar! ¡Para! —- le suplicaba su madre.

Cuando logró calmarse, se quedó en los brazos de su madre.

Ella la cargó para dirigirse hasta el muchacho y su hija mayor.

𝐂𝐎𝐌𝐄 𝐁𝐀𝐂𝐊 ━ Death Note ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora