_________ Yagami es la menor de tres hermanos, su hermano mayor Ligth tiene el poder de limpiar el mundo de la gente cruel y despiadada, para que la pequeña crezca en un mundo sin crueldad.
¿Qué podría pasar durante su misión?
- Advertencias -
• Ser...
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Mientras los dos chicos investigaban cómo ya era su costumbre, las dos únicas chicas salieron a dar un paseo con Matsuda cómo representante de Misa.
—- ¿Qué quieres hacer pequeña (N)? —- La chica le cuestionó agachándose a su altura —- Haremos lo que tú quieras, ¿verdad Matsui?
—- Ah, si, lo que diga (N)
La menor de los Yagami se dio cuenta de algo.
Ella era superior a Misa, pues sabía que estaba enamorada de su hermano, la nena sabía que si ella deseaba que Ligth la ame con todo su ser, primero debía ganarse a la más pequeña.
Podía decirle que hacer y que no hacer y Misa no se iba a quejar o negar.
—- Come helado
—- ¿Quieres un helado? Entonces vayamos por uno
—- Espera MisaMisa, ella no debe comer mucha azúcar si Ligth no se lo permite —- le dijo Matsuda.
—- ¿Acaso estás negando la petición de la pequeña (N)? —- Misa colocó un puchero en su boca igual que (N).
—- ¡N-no es eso!
—- Entonces iremos a comer helado, después de todo Ligth no puede enojarse con nosotras, ¿verdad (N)?
—- ¡Ti! ¡Tu taquilo yo neviota! —- le dijo la nena.
Matsuda solo suspiro esperando que no fuera regañado por el castaño hermano de la menor por no supervisarla.
Caminaron hasta una heladería, el único varón que iba con ellas, les abrió la puerta como todo un caballero.
Una vez dentro, los tres se sentaron en una mesa junto a la ventana, el de cabello negro fue quien ordenó los helados, el más grande fue el de (N).
—- ¡Estuvo delicioso! ¿Piensas lo mismo, (N)? —- cuestionó la rubia a la vez que limpiaba sus labios con una servilleta.
—- Ti, muy dico
—- Hay que supervisarla más, en cuanto la azúcar haga efecto en su cuerpo comenzará a correr por todos lados
—- No exageres Matsui, un poco de helado no le hara mal
Si, digamos que se trago sus palabras después de que al salir del local e ir a un parque, la nena se puso a correr como si un coyote estuviera tratando de capturarla con dinamita y ella burlándose de sus trampas fallidas.
Habían más niños en dicho parque, ella por más que corría y corría, no llego a empujar ni molestar a los demás.
Algunos padres la miraban con ternura.
—- ¡Pequeña (N), ten cuidado de no caerte! —- Misa le avisó.
Pero la nena solo corría y corría, aveces se caía y se volvía a levantar como si nada hubiera pasado.
