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POV'S Nathan.


"¿Quién eres tú?"

[...]

Llevábamos 47 minutos sentados, yo veía la ventana. Lily mordía sus uñas con nerviosismo, Alisa había leído el mensaje, pero no habían rastros de ella en ningún lado, y no había contestado tampoco. Cada vez que alguien entraba, levantaba mi vista esperando que llegara, le había mandado la ubicación y todo, pero solo me había dejado en visto.


—Ella no va a venir, Nathan.

—Si lo hará.

La rubia resoplo en el asiento y me miró con una cara de pocos amigos, lo que hizo que me encogiera en el asiento.

—¿Por qué tienes tanta fé en Alisa? Yo me espero cualquier cosa de ella.

—¿Fé? ¿De que hablas?

—Tú todavía crees que a ella le importa.—Se cruzó en el asiento, volviendo a ver hacia el frente.—Pero siempre será la misma, deja de vivir en el pasado.

Las palabras de Lily fueron extrañas para mí en ese momento. Incluso se sintieron dolorosas y no entendía porqué, yo tenía algo claro, no tenía fé en Alisa. La alisa que había conocido hace mucho tiempo, había muerto. Se perdió hace mucho tiempo.

Murió el día en el que dejamos de ser amigos.

Murió para mí el día en el que todo se acabó.

—No es así.—Dije, con seriedad.—Creo que Alisa va a venir porque no estamos hablando de cualquier estupidez, no estamos hablando de algo común y mucho menos de algo normal. Estamos hablando de una muerte, Lily.—Pronuncié más bajo la palabra muerte  porque sabía que estamos en un lugar público. Por su expresión, supe que quería replicar.—Por eso la espero.

Entonces la puerta del restaurante sonó mientras nos veíamos, y al levantar la mirada, la pelirroja cabellera de Alisa Johnson entró. Vi como buscaba algo con la mirada, y al vernos, su cara amargada no tardó en aparecer. Lentamente caminó hacia nosotros, y se sentó cruzando las piernas debajo de la mesa y robando parte de las papitas que había pedido Lily.

Vaya, ni siquiera un "hola"

—Vayan al grano.—Su tono es indiferente, pero es sorprendente que haya venido.—No quería venir de todas formas.

—Me sorprende, la pelirroja se dignó a llegar.

—No me hagas hablar, cabeza de mostaza.

—¿Por qué se insultan con sus colores de cabello?—Eso se me hacía bastante extraño, y además, malos insultos.—Son los peores insultos.

—Pregúntale a Stone.— La mirada de Alisa era distante, eso era una de las cosas que me causaban extrañeza en ella. Alisa podía llegar a ser intimidante con su mirada decidida, no parecía temerle nada, ni arrepentirse de nada, pero aún así, parecía que ocultaba algo.—¿Qué es lo que quieren?

—Queremos hablar de lo que sucedió ayer en ese lugar.

Ella se quedó en silencio varios segundos, su expresión no cambió, pero vi como dio un gran suspiro, mientras comía otra papa.

—Eso fue solo un sueño.

—¡Vaya, no sabía que si mueres en los sueños te mueres en la vida real también!—Replicó Lily, frustrada.—Estamos hablando en serio.

—Yo también estoy hablando en serio, fue solo una coincidencia ¿Por qué pierden la cabeza pensando en eso?

—Fue muy extraño.—Ahora que estábamos los tres, quise evitar una posible pelea, para que ella no se fuera tan rápido.—El lugar, jamás en mi vida había visto algo así.

La Casa de Los Pecadores. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora