Jayden©

Somos instantes.

Hunter.

Hubo un periodo de silencio demasiado extenso, hasta que finalmente habló.

—¿¡Qué le sucedió a Maddie!? —su tono de completa preocupación, evidencio la vigencia de sus sentimientos hacia ella— ¿Se encuentra bien?

Él a pesar de representar mi mayor inseguridad, sé qué hará hasta lo imposible por rescatarla, de eso no tengo la menor duda, es por ello que, en este punto, no hay tiempo para rivalidades.

—Madison fue secuestrada; y tengo la plena seguridad de que tú podrás ser de ayuda.

Nuevamente se cernió en la conversación otro silencio abismal. Hasta que inevitable sucedió. Jayden estalló. Filtrándose por la bocina del teléfono se escuchaba con claridad como decenas de objetos eran arrojados; y estos a su vez retumbaban estruendosamente.

—¿¡QUIÉN FUÉ!? ¿¡CÚANTO QUIEREN!? —podía oír su respiración completamente agitada. Y el comprender la magnitud de su amor hacia ella, fue un golpe directo a mi ego.

—El dinero no es problema, ya lo tengo resuelto —solté venenosamente—. Tengo la completa certeza de que tu hermano Aiden, junto con una mujer llamada Elizabeth y Samantha están detrás de esto; y tú mas que nadie conoces a cada uno —suspiré apretándome el puente de la nariz.

Nada de esto hubiese sucedido si él no hubiese llegado a la vida de Madison, aunque eso significara el jamás haber cruzado nuestros caminos.

—Cuenta con ello ¿A dónde debo ir?

—Ya te envió mi dirección.

—Hunter, puedes tener la certeza de que haré hasta la imposible por recuperarla —finalizó la llamada. Dejando suspendida en el aire esas palabras; qué claramente escondían un doble significado.

Sentí la ira recorriendo todas mis venas.

En un mensaje de texto le envié la dirección de mi departamento.

Salí de mi oficina en busca de Max.

Los chicos estaban en la sala del departamento completamente cabizbajos.

Al escuchar mis pasos acortando la distancia hasta donde se encontraban; todos se levantaron de un salto, estaban mirándome interrogantes.

—Max, ¿qué noticias tenemos? —pregunté ignorando la mirada inquisitiva de todos ellos. Con exactitud puedo aseverar qué ya Olivia les informo de mi llamada a Jayden; y no tenía ni ánimos, ni mucho menos tiempo de convertir el momento en un drama mucho más ambiguo.

—Tengo a todos los hombres buscando bajo cielo y tierra, el último informe que recibí fue del avistamiento de un automóvil negro con dos mujeres de tez blanca y un hombre rubio en una estación de gasolina, cargando combustible. Estoy a la espera del video de seguridad para poder generar una alerta de búsqueda.

—Comunícate con el fiscal Brown del F.B.I directamente, y hazle saber la situación; me debe un favor muy grande y no está en la disposición de negarse —Max asintió tecleando con premura en su teléfono móvil.

Es implacable el sentimiento de culpa que oprime mi pecho.

«Maldita sea yo debí ir a recogerla y nada de esto hubiese pasado»

Estaba ensimismado en mis pensamientos, cuando el timbre del departamento cortó con mi estado de inercia.

Max se dirigió a la puerta del ascensor para recibir a quien haya llegado.

Ryan entró apresuradamente al departamento. Sus ojos estaban cargados de una profunda preocupación, no hubo necesidad de cruzar palabras, cuando me estrechó en un afligido abrazo.