Las casualidades no existen.

1.5K 30 2
                                    

Cuando por fin logre abrir los ojos, luego de una larga noche de ensayos, veo a mi mejor amiga Samantha Moore sentada en un extremo de mí cama viéndome con ojos de cordero, que por increíble que parezca se veían tiernamente aterradores.

-Pareces una acosadora dispuesta a asesinarme en cualquier momento-dije entre murmullos y bostezos, mientras estiraba los brazos por encima de mi cabeza.

-Tú si pareces sacada de una película de terror... De bajo presupuesto debo decir -bromeó viéndome de arriba abajo-. Anoche conocí al amor de mi vida Madness -soltó llevándose la mano al corazón y suspirando ruidosamente-, en el bar donde estaba con las chicas, juro que pude haber caído en coma inducido, por lo abrumador de su físico tan extraordinario, y por la manera como te desnuda viéndote a los ojos.

-Todos los hombres para ti, son el amor de tu vida -rodé los ojos, mientras me lanzaba una miraba ofendida.

Es mi mejor amiga y la adoro, pero siempre encuentra al amor de su vida en un bar; este hombre es el afortunado que ha logrado "enamorarla" por quincuagésima segunda vez «este mes». Y no es que sea un problema, es solo que ella es muy... digamos que vehemente para no sonar ofensiva, además suele aburrirse a las dos semanas de relación, no es primera vez que la oigo repetir ese mismo alegato que ya me sabía de memoria.

-Él es diferente... -añadió mordiéndose los labios mientras yo bufe- Y es muy sexy; bailamos y coqueteamos; pero no pasó nada más porque desapareció y ni siquiera me dio su número de teléfono -dijo con la mirada afligida.

Sam puede llegar a ser muy dramática en ocasiones; y por eso estoy segura de que será una excelente actriz en el futuro.

-Bueno cuéntame más, acerca de cómo conociste a este hombre misterioso e infernalmente sexy -dije sonriéndole. Al fin de cuentas no era quien, para juzgarla, supongo.

Mientras ella hablaba acerca de su nuevo futuro esposo, yo revisaba el móvil por milésima vez, esperando encontrar algún mensaje de mi novio «o quizás era una excusa para desconectarme de la interminable historia de Sam» -suspire mientras veía una foto nuestra en el fondo pantalla de mi móvil.

Aiden Miller, es mi novio desde hace un año y poco más; nos conocimos en un concierto, él estaba acompañando a su mejor amigo Mason; y aunque admitió que no le gustaba la banda dijo que lo mejor que pudo haberle sucedido es encontrarme en ese concierto, e inevitablemente sucumbí ante sus encantos.

«¡Oh vamos, a cualquiera le gusta que le acaricien el ego!».

Además, su físico facilito el trabajo; hermosos ojos azules, cabello rubio perfectamente desordenado «aun no entiendo como puede ser posible esto, pero lo es»; músculos deliciosamente apetecibles; piel bronceada; sex-appeal capaz de hacer que te derritas; gracioso; agradable; alto y con un físico de modelo que parece sacado de una revista.

Pero mi relación con Aiden es más complicada de lo que parece, nos veíamos cada tanto ya que él vivía en España; pero para mi suerte «o infortunio, no estoy muy segura», se trasladó a mi pueblo para asistir a la misma universidad a la que vamos su grupo de amigos, mis mejores amigas y yo.

-Al menos podrías fingir que me prestas atención Madison Parker -dijo Sam seriamente rompiendo el hilo de mis pensamientos.

-Lo siento Sam -respondí-. Es que estoy esperando tener noticias de Aiden, no se ha comunicado conmigo en toda la noche y me tiene preocupada.

-Ya verás que él está bien -sonrió a tiempo que se ponía de pie para salir de la habitación.

Antes de desaparecer del todo, se detuvo y dijo -¿Panqueques, huevos revueltos y tocino? -asentí como un niño en navidad.

Jayden©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora