Capítulo 19

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Narra Samuel:

-Willy.-Vaya tela Chaval, me siento como un pringao; Si hasta Willy dijo que tenía que estudiar y yo vengo a molestarle como si no tuviese más que hacer. ¿De dónde salió tal dependencia? Ahora no puedo pasar más de dos segundos sin verle.

-Hola.-Dice abriendo las puerta. Con sus rojas mejillas abultadas y ojos mirando a otro lugar.

-Hola.- repito después, sin recordar a lo que vine mientras él empieza a mirarme como si intentara idear una forma de sacarme de aquí.

-Ehh, ¿Esas son mis almohadas?-Dice sacándome de mis pensamientos.

-Ehh, esto...- ¿Por qué estoy tan nervioso? Calmate Samuel.- Si, las dejaste en mi cama...

-Vale, Gracias.- Dice sonriendo, Me echa una mirada de reojo y cierra la puerta.

Yo quedo en frente de ella; como un bobo pensando que podría hablar más con él con la excusa de tener sus almohadas. Se ve que no. Me voy a mi cuarto con los ánimos que me quedan a organizar mis cosas y a estudiar antes de empezar a hacer el almuerzo.

Tengo un débil recuerdo de la noche anterior y la mirada de Willy, encima mío. Recuerdo sus caricias y como tocaba mi barba de unos cuantos días; quemando mi piel con un simple roce. Me toco la mandíbula evocando los movimientos de Guille sin poner nada de atención en el libro de medicina que estaba leyendo. Entonces me levanto para empezar a preparar la comida.

Pongo mi iPhone a reproducir cualquier canción y sale One- Ed Sheeran. Me paseo por la cocina mientras la canto.

Narra Willy:

Política... Política y más política. ahh y también política. Me rio de mi mismo y sigo concentrándome en el tomo que tengo en frente...

Empiezo a sentir que todo el polvo que tenían estos libros pasó a mi garganta,siendo ésta un desierto. Ya casi es hora de comer, aún así voy a tomar algo. Abro la puerta para encontrarme con un Samuel bailarín que se pasea y canta por toda la cocina. Vaya como mueve esas caderas, y con esa facilidad. yo en cambio soy un tronco; lo único que sé mover son mis dedos para cambiar de página.

Samuel se voltea y se queda paralizado al verme, poniéndose cada vez más rojo. -Hola.-Digo pasando al lado. -Vengo por un vaso de agua.- Asiente y se pone otra vez a cocinar, pero sin seguir danzando como antes. La canción que suena de fondo es Want to Want me- Jason Derulo y yo empiezo a tararear la letra de la canción mientras que a Samuel todavía no se le va lo rojo de la cara. Me quedo en el Mesón viéndolo cocinar mientras tomo mi agua.

-La comida está servida.-Dice Samuel sirviendo al frente mío un plato de sopa verde que echa más humo que un volcán. Samuel trae lo demás que preparó y se sienta frente a mi. Empiezo a soplar la cucharada de sopa por unos cuantos minutos hasta que la pruebo.

Lo primero que siento es que lo que hay en mi boca todavía está hirviendo a mil grados centígrados. y después, que las pocas papilas gustativas que me quedan después de ser quemadas sienten un desagradable sabor.

Hice un gesto como si hubiese un agujero negro en mi nariz que succionó toda mi cara, y al abrir mis ojos mis cachetes empezaron a arder más que la sopa.

Samuel estaba con los ojos cerrados mientras se limpiaba toda la sopa que había escupido al intentar no quemarme. No sé ni como ni cuándo hice eso y mis mejillas estaban que se deshidrataban de lo caliente que estaban.

-Pe-Pe-¡Perdón!- Digo yendo por una toalla y volviendo a la la velocidad de la luz.

Ahora estoy limpiando su cara mientras tengo la cabeza un poco gacha.- Perdón.-Susurro.

La cama de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora