020.

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Avanzaron juntas por el largo pasillo lleno de puertas en silencio hasta que Jimin se detuvo exactamente en la última.

—¿Es aquí? —preguntó Kim sorprendida detrás suyo— ¿La que está al final del pasillo?

—Sí —respondió abriendo la puerta.

No tardaron mucho en entrar y en Minjeong quedar sorprendida por lo inmensa que era esa recámara, parecía una suite presidencial. Tenía sillones, baño y todo.

—Deja de hacer esa cara... —pidió Jimin entre risas ante la expresión impactada de la pelinaranja.

—¿Esta es mi habitación? —preguntó dejando su mochila encima de la cama para después sentarse al borde del colchón, balanceándose un poco para tantear la dureza de este.

—Por segunda vez, sí. ¿Te gusta?

Minjeong finalmente dejó caer su cuerpo boca abajo hacia la cama, escondiendo su rostro en la almohada y soltando un pequeño sonido de satisfacción amortiguado.

—La amo —respondió levantando la cabeza— Siento que estoy acostada encima de nubes.

Jimin sonrió levemente.

—Me alegra que te gustara —ahora suspiró— Lo siento por lo de hace unos minutos... Mi familia se "altera" cuando hay invitados, ya que no acostumbran a venir. Especialmente si es de alguien diferente como tú... Ahg, me siento tan avergonzada —cubrió su rostro.

Minjeong se sentó en el colchón y se encogió de hombros con su cabello naranja completamente desordenado mientras le dedicaba una cálida sonrisa a Jimin.

—Está bien, no te preocupes —dijo, intentando calmarla— Aunque tengo una duda... Bueno, dos. Primero, ¿por qué mi habitación es la última de todas?

—Esta es la habitación para visitas, la tenemos normalmente lejos de nuestras habitaciones por seguridad.

—¿Piensan que voy a hacerles daño?
—frunció el ceño, sin entender.

—Claro que no —negó, acercándose a ella para finalmente sentarse a su lado en el sillón— Pero otras personas sí... Nunca se sabe, siempre desconfiamos.

—¿Y yo soy de confianza?

—Para mi sí —sonrió— También para Haerin. Y mi padre... —hizo una mueca—Tienes que darle tiempo, es muy desconfiado y sobreprotector. Creo que por eso te envío aquí y no a las habitaciones del otro lado, las que casualmente están más cerca de la mía.

—Oh, entiendo —asintió lentamente con la cabeza, tragando saliva después— No quiere que esté cerca tuya... —concluyó.

Jimin suspiró.

—Así es, no confía mucho en ti. Cuesta que confíe en extraños... pero dale tiempo a que se acostumbre y lo acepte. Normalmente es así pues tiene miedo de que me lastimen de cualquier forma... —a continuación mira a la pelinaranja fijamente— ¿Tú nunca me harías daño, verdad?

Aquella pregunta descolocó completamente a Minjeong, dándole inconscientemente un doble sentido al recordar que tiempo atrás había estado dispuesta a... matarla.

Tragó fuertemente saliva.

—Nunca... —respondió con el corazón latiéndole desenfrenado, sin poder apartar la mirada de los hipnotizantes ojos de Jimin.

Esta sonrió, mirando de reojo sus labios.

—¿Y cuál es la segunda duda que tenías, Min?

—Ah, bueno... ¿Qué vamos a cenar?

Sweet Fangs ✦ | Winrina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora