Sweet Fangs ✦ | Winrina G!P

Final Pt. 3

—¿Realmente crees que haya funcionado?

Haerin pasaba lentamente el pañuelo húmedo sobre la piel de Minjeong, limpiando todas las impurezas y restos de sangre. A continuación guió su vista a la mencionada, quién se encontraba acostada en una cama de la habitación de huéspedes y suspiró tristemente.

—Parece muerta... —agregó en voz baja.

—Te equivocas, está viva -respondió su padre, acomodando la habitación— Y sí funcionó, ¿qué no escuchas su corazón?

—Claro que sí, pero entonces... ¿despertará como una vampiro? Lo siento, soy nueva en esto... —hizo una mueca, prosiguiendo a limpiar el otro brazo.

—Se supone —dijo el señor Yoo— El proceso de transformación interna dura un día, el cuál ya pasó, ahora debemos esperar a que se realice la externa. Tarda una hora, y según mis cálculos será en unos quince minutos así que debemos darnos prisa.

—¿Y qué pasa si no se trasforma completamente? ¿Si no logra la externa? —preguntó temerosa.

El mayor resopló fuerte.

—Significará su muerte definitiva.

Haerin se quedó en shock por unos segundos, mirando seguidamente a Minjeong con ojos vidriosos.

—¿Cómo sabremos si despierta?

—Lo sentiremos. En el momento en que se convierta, lo haremos. Nuestros cuerpos instintivamente reconocerán a una nueva vampiro cuando nace.

—Oh —hizo un mohín.

—Bueno, terminemos esto rápido, ¿vale?

—Vale.

Continuaron alistando a Minjeong para su trasformación, cambiando sus ropas a unas limpias y elegantes, limpiando cualquier suciedad de su cuerpo y peinando su cabello. Tal y como los humanos hacen cuando van a enterrar a un muerto, lo arreglan. Decidieron dejarla en la habitación que anteriormente le pertenecía, la de huéspedes, sobre la cama y con las manos juntas antes de retirarse de allí.

No cerraron la puerta aún pues Jimin decidió entrar segundos después para ver como había quedado e intentó no llorar cuando la vió, pues Haerin tenía razón.

Minjeong parecía muerta.

Su piel ya no tenía ningún color, estaba pálida, casi gris. Sus labios morados, sus pómulos delgados y ojeras marcadas. Completamente inmóvil, había que observarla fijamente para notar que estaba respirando, pues lo hacía de forma muy lenta.

La pelinegra alzó una mano para acomodar delicadamente un mechón naranja de su cabello.

—Porfavor despierta, Min —suplicó, su voz quebrándose al final.

Finalmente le dió un beso en la frente antes de abandonar la habitación con una angustia y miedo creciendo en su pecho, cerrando la puerta con seguro.

Minutos después, en la soledad y silencio de la habitación, el cuerpo de Minjeong comenzó lentamente a transformarse en su cambio externo. La piel que se encontraba delgada, se rellenó nuevamente y el color de esta comenzó a notarse. Su pecho se infló y sus heridas se cerraron y curaron, su cabello se renovó al igual que las facciones de su rostro, sus colmillos crecieron permanentemente y la marca de cazadora en su brazo desapareció.

Más y más cambios se notaban.

Sin embargo ninguno de estos valía la pena si no lograba despertar.

Había que esperar a que se transformara completamente, y si pasaba, sería por fin una vampiro de verdad.