Syrtaki y Citrato de Sildenafilo.
- Si nadie me conoce- rio Sara al micrófono, pero todos los que no sabían quién era asumieron que era la mamá de Emma, la mamá de la gran Arquitecta Pavlovic, la de apellido difícil de recordar y/o pronunciar. – Por la cara que tiene Emma, supongo que no sabía que iba a estar aquí- todos volvieron a ver a Emma y, en efecto, tenía cara de susto. – Seré breve y concisa para ahorrarte el estrés- los compañeros de trabajo de Emma y sus amigos, que se resumían a todos los invitados que la acosaban con la mirada, rieron al verla, por primera vez, sumergida en un estrés del que apenas podía patalear para salir a la superficie. – Para mí es un honor estar aquí, y lo es porque nunca creí que un día como este llegaría a ser parte de tu vida- le hablaba directamente a Emma. – Y es un honor que lo hayas decidido compartir conmigo y con tus amigos, porque sólo así podemos tener una idea de quién es Emma bajo el ala de la Arquitecta Pavlovic. Señora y Arquitecto Pavlovic, ahora es usted esposa, y sin duda será la esposa perfecta, al lado de una mujer que ha conseguido impresionar - sonrió para Sophia. – Arquitecta Pavlovic, usted es la hija que todo papá espera tener, la hija que, como mamá, soñé aspirar para criarla- Emma respiró hondo, así como si quisiera succionar todo el oxígeno del salón, no quería llorar. – Licenciada Rialto. Sophia. Mi nuera. Creo que usted es lo que todo papá espera para que su hija conozca y se enamore por el resto de su vida. No sólo se ha ganado el corazón de mi hija sino el mío también- Sophia volvió a ver a Emma y sólo le tomó la mano. Emma estaba muy sentimental, y Sophia podía ver cómo intentaba aguantar la secreción líquida de sus lagrimales sobre sus córneas. – Me alegra haber sido testigo del desarrollo de su relación, una relación que no me preocupa, sino me gusta: es sana, divertida y se apoyan mutuamente. Y, ahora, me gustaría darles siete palabras que espero que ambas recuerden siempre: Mia kardiá pou agapá eínai pánta néa. – Sara no levantó su copa, pues no era el brindis principal, pero brindó con su hija y con su nuera desde lo lejos y fue directo a darles un abrazo. Fotografías y más fotografías.
- Para los que no hablan griego- rio Phillip al micrófono, mientras se acercaba a Emma y a Sophia. - Significa que Emma y Sophia serán siempre jóvenes- sonrió. – Pues, perdón que no me he presentado. No sé cuántos aquí me conocen y cuántos no. Yo soy Pipe para Pia, Felipe para Emma María, pero me llamo Phillip. Y yo voy a hablar por las dos- sonrió para ambas y le acarició el hombro a Emma. – A Emma la conocí en modo "mujer de negocios" antes de que otra cosa sucediera y, de no ser por mi esposa... a quien no veo en este momento- la buscó con la mirada para no encontrarla. – No habría entablado una amistad como la que tengo hoy contigo- se dirigió directamente a Emma, olvidándose del resto. – Emma, te admiro- le dijo con una mirada sincera. – Eres hermosa, no más hermosa que mi esposa- dijo con una expresión de "me va a matar si digo que es la más hermosa del mundo". – Tienes una vida interesante, llena de Louboutin y Monique Lhuillier, llena de Minimalismos y Clasicismos, de diseños y distribuciones, de Roma y Nueva York, llena de Chopin y de amor. Eres una persona a la que yo considero que tiene una vida realmente Vogue, y considero que la tienes desde el ocho te octubre del dos mil doce- sonrió para Sophia. – Día en el que... ¡pam, pam, pam!- hizo sus típicos efectos especiales. – La Licenciada Sophia Rialto usurpó tu espacio laboral: invadió tu oficina con escritorio incluido para robarte tu oxígeno de oro- todos los del Estudio rieron, pues se acordaban de cuando Emma había sido la primera en casi cometer suicidio ante la noticia de una diseñadora de muebles. – Sophia- se volvió a ella. – Pia- sonrió con cariño. – Me acuerdo cuando te conocí. No te conocí como a Emma, no entre dinero y finanzas, sino en una fiesta, así como Emma conoció a Natasha, ¿ironía? No creo. Te he visto terminar de crecer. Te he visto entrar a Bergdorf's para salir sin nada, y te he visto entrar a Bergdorf's con una bolsa que contiene unos Stilettos que gritan "Emma" entre el patrón de leopardo. Te he visto amar a Emma, y te he visto pedirle perdón, así como he visto a Emma regañar a su Ego y a su Orgullo cuando algo tiene que ver contigo. Nunca pensé, ni en mis más locas ocurrencias, que ustedes dos serían tan disparejas, tan diferentes, que eso las haría ser completamente compatibles. Nunca creí que a alguien le pareciera sexy el Ego de Emma, y tampoco creí estar en el momento en el que Emma se hiciera humana por celos. Ustedes son las dueñas de mis "nunca creí", a ustedes les debo un cambio de mentalidad, y se los agradezco. Y les agradezco que, gracias a ustedes, conocí la vida más allá del apoyo mutuo y de la familia. Emma, eres mi familia y la de mi esposa, eres mi cuñada y mi hermana. Sophia, eres mi familia, mi hermana. Las quiero mucho a las dos, y sé que van a ser muy felices, más de lo que ya lo eran hace media hora. Ahora, en honor a lo que alguna vez vivimos juntos- sonrió mientras se retiraba y le daba la mano a Irene y a Camilla. – No podemos olvidar quiénes son- Natasha emergió y se llevó a Emma, pues Emma era parte de eso. Sophia no entendía. – No podemos olvidar quién eres, Pia. Ni de dónde vienes, ni qué te describe. Esto es con amor y para que, probablemente, te mueras de la vergüenza- sonrió, y le alcanzó el micrófono a uno de los meseros que llevaba una bandeja repleta de Ouzo.
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Antecedentes y Sucesiones - Traducida
General FictionSecuela de "El lado Sexy de la Arquitectura". Todos los créditos a su autora Ella J. ATENCIÓN... Esta historia no es mía, la autora real, la única y legal es @EllaJenkins56 . Todos los derechos reservados por y para ella. Esta es solo una versión tr...