Itachi Uchiha dueño del famoso restaurante Amaterasu, no siempre a tenido una vida de lujos. Viniendo de una familia humilde, cumple su sueño de abrir su propio restaurante. En el proceso conoce a quien seria su primer esposa Izumi, pero al ver que...
—Según los vecinos del sector, la camioneta fue reportada a eso de las 12 de la noche, dicen que la dejaron aquí abierta, la señora de uno de los departamentos de arriba vio cuando la dejaron, unos hombres con trajes y gabardinas...
—¿Solo hombres?
—Si, tres hombres dos altos bastantes robustos y uno un poco más pequeño, pero no tanto, menciona cabellera gris.
—Busquen a criminales con cabellera gris.
— Son las 5 de la mañana y recibieron varias llamadas del abandono de esta, ¿no pensaban venir a averiguar qué ocurría?
—Lo sentimos capitán, es solo que esa señora nos hace venir hasta 9 veces en el día porque ve actividades sospechosas desde su ventana.
—Largo de mi vista.
—Aquí tiene la lista con los nombres y fotos de los posibles sospechosos.
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Desde pequeña siempre le he tenido miedo a el no saber. No saber que me gustara, no saber que les gustara a las personas que me rodean, no saber si les agradare, no saber que me pasara, no saber si podré ver de nuevo a mi hermano, no saber si conoceré al pequeño hijo de mi mejor amiga, no saber si seguiré con vida. Por alguna extraña razón empiezo a recordar cuando era pequeña. Sasori siempre estuvo ahí para mí. Mi padre me enseño cosas, pero Sasori siempre me trato con un cariño y amor que no termino de comprender. Siempre feliz y orgulloso de mis logros. Pero al mismo tiempo, manipulador y celoso. Cuando comencé mi relación con Aoi, él fue el que más se opuso, mi madre pensaba que era hora de comenzar a tener novios y eso, mi padre un poco reacio termino aceptando, Sasori en cambio, se molestó y dejo de hablarme por algunos días y de la noche a la mañana un día se marchó sin decir más. No supimos nada de él hasta que Deidara llamo a mi madre y le dijo que Sasori se encontraba en casa de él y que estaba bien un poco molesto, pero bien y que ya nada más se le pasara su berrinche regresaría a casa. Lo hizo, pero su mirada molesta y desaprobadora en mi me seguía para todas partes dentro de la casa, así que comencé a ser yo quien no se encontraba en casa. Poco a poco mi relación con Aoi fue cambiando, se llenó de celos y malos tratos, había veces en las que alguien le llamaba y discutían por teléfono luego me gritaba y maldecía. El día en casi muero a manos de Aoi, Sasori volvió a verme con eso ojos de alegría, esa mirada que no veía desde hacía años y mi corazón estallo de felicidad, desde ese momento le prometí a Sasori que no volvería a tener pareja y siempre me quedaría con él... fui demasiado ingenua.
Sasori...
Mi maestra de historia en la secundaria me decía muy seguido que los sentimientos que Sasori tenía hacia mí no eran normales de un hermano, me molestaba que dijera eso, pero luego comenzaron mis amigas, que sus hermanos no las trataban de esa forma tan "enfermiza". Entonces fue cuando llegue a la universidad que en mi clase de psicología uno de los temas fue el amor, pregunte a mi profesor que, si era posible que un hermano sintiera amor de pareja por algún familiar cercano, su respuesta fue sí. Al término de la clase el profesor me llamo y me cuestiono por lo que pregunté, yo le conté lo que me decían, entonces él me sonrió, revolvió mi cabello y me dejo de tarea investigar el amor filial.
