Capítulo 25| España.

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La sensación de una arcada no es gratificante dado el hecho que vamos en camino. Hoy, el día no está colaborando como nos gustaría que lo hiciera, puesto a que el clima hoy sobre pasa la media entre lo templado y lo cálido, para nuestra suerte estamos de vacaciones mientras la ciudad atraviesa por una ola de calor.
Desde adentro el auto se puede sentir como los rayos solares luchan por dimitir el aire acondicionado y si Observo hacia afuera, las pocas personas que se pasean lo hacen con sombreros gigantescos, sombrillas exóticas y ropas diminutas.

-Una vez volvamos a California, me encargaré de que la mujer de la agencia de viajes no consiga un trabajo en sus últimos años. - Su rostro presenta un tono carmesí debido a la sensación calórica.

-Debimos observar el clima. -Rueda los ojos y sonrío. - ¿Es acaso una tienda de comestibles? - señalo hacia un letrero escondido detrás de un arbusto.

¡Por fin, agua!

¡Gracias, Jesús!

-Está cerrado. - espeta burlesco, está desquitandose por mi comentario anterior.

Rainer se terminó nuestra dotación de dos botellas de medio litro de agua a medio camino, por ello está fresco en ese aspecto y no le interesa buscar más municiones.

-Tranquila, según el mapa el pueblo queda a cinco minutos. - me hundo sobre el asiento. - de hecho, hay un letrero dándonos la bienvenida.

Me levanto de inmediato, no es falacia.

"Bienvenidos a Oviedo, Capital de Asturias"

Lo puedo leer incluso sin lentillas de contacto.

El mar de la ciudad es lo primero que nos recibe junto con la variada vegetación. Bajo la ventanilla del coche para sentir el aire fresco de la ciudad y aunque me arrepiento a los segundos dado a que el calor es intolerable, dejo que la brisa de la ciudad me reciba.
Rainer conduciendo hasta el punto marcado por el GPS, una majestusidad en cuanto a arquitectura. Sin duda la ciudad no deja de sorprenderme.

«Villa Termal Le vide»

Segundos depaues de estacionar el auto, un hombre robusto junto a una mujer avejentada salen a recibirnos, ambos con sus respectivos uniformes. Yo soy la primera en saludar y obligar a Rainer a imitarme, posteriormente la mujer nos pide que la acompañemos al interior en lo que el hombre se lleva nuestro vehículo provisional para estacionarlo.
Camino al lado de Rainer sin tomarlo de la mano, adentro, realizamos el chequeo y nos hacen entrega de las tarjetas de la suite.

-Las caldas les desea una grata bienvenida, señor y señora...

-Blanchart. - Presenta Rainer en un intento de cordialidad.

¿Mi apellido?

¿Qué hay del suyo?

-Perfecto, su reservación fue exitosa. En un momento les entregaré las tarjetas. - La sonrisa de la mujer desaparece apenas cruza la puerta, yo bufo mientras Rainer niega divertido.

Subo el mentón buscando una respuesta a la situación de mi apellido, Rainer me ignora y prosigue viendo la arquitectura de la recepción..

-¿Blanchart? ¿Enserio? - Rueda los ojos, su manzana de adán sube un poco lo que me parece un poco sexy desde abajo.

-No quiero que alguien reconozca mi apellido. En España, Regan es desesperadamente conocido y decir mi apellido sería una situación de auto suicidio. - coloca su antebrazo sobre mi cabeza.

-¿Así que tu imperio es América y el de tu hermano es Europa? - me cruzó de brazos.

-Somos una franquicia; no obstante, hay lugares en los que somos más reconocidos, como por ejemplo Rina en Francia, Rowan en Canadá, yo en América y Regan en España.

Sin sentimientos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora