TheoLa relación con Liam estaba escalando significativamente, con ambos yendo a la escuela y compartiendo ciertas clases, había muchas más cosas aún que teníamos que compartir, lo cual era bueno, muchas veces era increíble, porque podíamos compartir tiempos amenos en los almuerzos, o podía verlo en sus entrenamientos, ayudarnos en los deberes escolares.
Pero luego estaban las cosas fastidiosas y quisquillosas que Liam tenia, porque siempre supe que Liam tenía un puñado de defectos horribles y bizarros, lo cual no hacía que me dejara de gustar, incluso lo hacía más interesante, como un reto.
Pero había varias cosas que había comenzado a detestar de Liam, cuatro semanas viviendo juntos y había cosas que me hacían sentir mucha frustración.
Liam solía ser un dolor de trasero en la clase de biología, solo se aburría y comenzaba a dibujar en mi libreta o comenzaba a distraerme con notas que aveces lanzaba a mi pupitre.
También era fastidioso cuando tenía hambre, era berrinchudo y grosero, simplemente era un mocoso desagradable.
Liam era perezoso, lo cual en algún punto era tierno, pero no lo era cuando eran las 5 am y ponía una alarma que despertaba a todos en la casa, menos a él, una alarma que sonaba en mi oído y no me dejaba dormir.
Pero el rastro más molesto de Liam, era lo desordenado que era, porque incluso en su habitación era desordenado, aveces levantaba sus cosas y cuando volvía a entrar su habitación volvía a estar revuelta, lo cual no era algo que me mantuviera molesto, pero, sin embargo, en mi propia habitación, donde normalmente me duchaba o hacía mis deberes, Liam comenzó a desordenarla, aún más cuando comenzó a usar mi ducha en lugar de la suya, había comenzado a dejar su ropa sucia tirada por todas partes, y hacer que el jabón estuviera lleno de protuberancias gracias a que siempre se le caía.
Mantenía mi camioneta llena de cosas suyas, como sudaderas, equipo de lacrosse, palos y mochilas del entrenamiento, y libros que Liam olvidaba. Eso no me molestaba, no cuando podía ver rastros de el donde quiera que fuera, como mi camioneta, un lugar mío, había mucho de él, y eso llenaba mi corazón, lo hacía palpitar rápido, al notar los libros o prendas olvidadas, pintando el espacio como suyo también.
Aunque definitivamente vivir con Liam no se estaba convirtiendo en algo fácil.
Vivir con el, de hecho quizás pudo haber sido una decisión bastante apresurada, pero era agradable, aún con todas las cosas desagradables de Liam, seguía gustándome, seguía queriéndolo, e incluso podría decir que era más que eso, pero tenía miedo de decir que era más, porque no quería arruinarlo. Estaba bien así.
Aún con todos los defectos y descuidos que Liam tenia detrás, seguía siendo increíble, había muchas cosas que disfrutaba de estar en un plano más cercano con el, como por ejemplo, el dormir juntos, los viajes en la camioneta, las tardes en la veterinaria, las tardes de videojuegos o las clases de cocina con la madre de Liam, había cosas que estaba encantando de hacerlas, que me habían enganchado completamente.
Otra cosa es que inconscientemente me había adueñado de la ropa de Liam, quizás ese era un rastro molesto mío, aunque no parecía desagradarle que mi ropa se mezclara con la suya cuando ya no podíamos diferenciar de quién era cada cosa, cuando mi closet se llenó de camisas de Liam, incluso algunas sudaderas de lacrosse, todo se había vuelto inconsciente.
Aunque claro que Mason y Nolan lo habían notado.
"¿Esa no es la sudadera de Theo?" Pregunto Mason, señalando a Liam con una pluma, el cual estaba sentado junto a mi. Liam tomo entre sus dedos una punta de la sudadera, observándola confundido, para después olfatearla.