OBSESSIVE [Billy Hargrove]

Capítulo 17: El accidente.

ACLARACIÓN

Voy a tratar de mantener la escencia de toda la tercer temporada de Stranger Things en cuánto a Billy. Los demás hechos pueden ser ligeramente modificados. Ahora sí, espero disfruten el capítulo.

Últimos días de junio,casi tres meses de mi fiesta de cumpleaños,el calor del verano vino para quedarse en Hawkins y todo estaba saliendo bien  para mí.  Me gradué y como todos lo suponían termine siendo la reina de baile junto a Billy. Los niños que ya eran adolecentes,  todos la pasaban de maravilla yendo al cine del Starcourt cuando podían y seguían comprando helados en en Ahoy, a veces iban un poco más temprano para comprarme a mi ya que había cambiando para el turno de la mañana logrando que coincida mi horario de trabajo con algunas horas del de mi novio y tener las tardes-noches libres para tener las citas que querramos, él ahora era instructor y salvavidas.  Ambos estábamos esperando nuestra carta para ir a Stanford en California, nuestra meta era estableceremos en su ciudad natal, costaría pero sabía que tendríamos esa beca, nuestras notas eran buenas y siendo parte del equipo deportivo era un plus extra.

28 DE JUNIO

Mi jornada el Ahoy estuvo agitada,los niños no dejaban de llegar y eso era realmente bueno para la lata de propinas que compartía con Tara, ella era increíble, tenía un buen humor que hacía que la mañana pase de forma amena.

—¿Por qué estos imanes de no se quedan pegados?—pregunta con cierta molestia la castaña de pelo corto

—Quizas estén viejos,además ya es hora de irnos— le sonrió yéndome hacia los baños a cambiarme ya que iría a la piscina a tomar un poco de sol y claramente ver al instructor más hermoso de todo Hawkins. Cuando tome en mis manos la camiseta de Everlast de Billy que me regaló porque amaba usarla , sentí como mis poderes se activaron mostrándome a mi rubio sufrir, Billy gritaba con un dolor que yo lo sentí imitando su grito,logrando que mi compañera venga a verme demasiado preocupada.

—Yan, Yan ¿Estás bien?—pregunta preocupada abrazándome la castaña y no pude evitar soltar lágrimas ante su preocupación.

—Si, solo es que....—me suelto de su agarré y seco mis lágrimas logrando tranquilizarme.