OBSESSIVE [Billy Hargrove]

CAPÍTULO 40: ¿El adiós?

Me desperté a la madrugada, 3:33 am para ser exacta; sintiendo un paño húmedo en mi frente y la mano de Billy acariciando mi mejilla. Me sentía vulnerable y agotada como si hubiera pasado un camión sobre mí. Las visiones cada vez me debilitaban más, cada vez eran más extrañas e inexplicables o poco entendibles para mí.

—Hola mi amor— murmuró sereno y quitó con delicadeza el paño de mi frente.

—¿Qué.. qué pasó?— cuestioné algo confundida.

—Estabas teniendo una de tus visiones y de repente te quedaste dormida en mis brazos, fue automático— explica— empezaste a sudar, a temblar—se recuesta a mi lado—ya estaba preocupado, ya casi te llevo al hospital o llamo a Eliot,no sabía que hacer— comienza acariciar mi cabello con suavidad y note la desesperación en su voz.

—Vi a papá, a Hopper a todos en mi visiones, sentí tanto dolor que no podía describirlo— lo abracé fuerte— sé que dijimos de irnos, pero algo malo está por suceder aquí, no puedo irme sabiendo que puedo ayudarlos Billy— dije mirando sus ojos y noté el descontento en él.

—Yan...no eres el salvavidas del pueblo, no puedes arriesgar tu vida por salvarlos a todos, no voy a permitir eso— menciona observando mis ojos y note como se volvían cristalinos paulatinamente— porque si te pierdo yo no...— se aleja y cubre su rostro.

Me levanté como pude y me acerque a él abrazándolo por la espalda.

—Billy no pienses que puedes perderme— apoyé mi cabeza en su espalda— no cuando tuve que lidiar y aún lidio con el miedo de que todo vuelva a pasar, de volver a verte como te vi ese día...— solté un suspiro que lleno la habitación— y no me creo la salvavidas de Hawkins, pero si tengo estás habilidades no son solo para que abra los frascos de vidrio cuando no estás, son para algo más.

Con un solo movimiento se giró y se quedó mirando a mis ojos mientras tomó mi rostro con una de sus manos. Su toque era tan delicado de me hacía sentir mejor, era como haber ingerido ibuprofeno u alguna medicina que cure el dolor.

—Eres terca, obstinada— murmrura sereno con una leve sonrisa— muy terca de hecho, no puedo creer que alguien de tu tamaño sea tan terca Yan— se acerca y me besa tan suavemente que ví estrellas— nos quedaremos en contra de mi voluntad y buen juicio pero con condiciones— dice serio esa última parte.

—¿Condiciones?— fruncí mi ceño— por cierto, no soy la única terca y obstinada de esta relación, pero— me estire y dejé un beso en sus labios— por eso nos amamos tanto.

— Qué si sucede algo como lo...— carraspea— lo del año pasado— suspira— no haras nada estúpido como ponerte delante de mí o de la persona que quieras salvar— acarcia mi cabello— y mi amada bruja, cuando tengas una de esas visiones, deberás respirar y buscarme a mí, toma mi mano y respiras, porqué he notado que tienes ataques de ansiedad con cada visión, tus manos tiemblan, tu cuerpo suda. Buscas entenderlo todo al instante y eso te afecta y mucho mi amor— me pega más a él— y tercera y última— desliza su mano por mi rostro entero hasta llegar a mis labios— besame....

—Te prometo que buscaré tu hermosa voz, buscaré tu sonrisa en mis visiones— respondí sonriendole— y en cuanto a los besos...—sonreí ladina mientras acariciaba su rostro— te besaré hasta que te canses...

Tomé su rostro en mis manos dejando besos suaves por su rostro y labios.

—Nunca me cansaría de tus besos— me deja varios besos en mi cuello— nunca me cansaría de tí.

Me desperté a la mañana siguiente donde el dolor de cabeza que tenía era fuertísimo, me tomé un paracetamol con la esperanza de que eso ayude, aunque con mi historial, mis dolores siempre se iban solos. Billy preparó el desayuno para los dos, verlo en la cocina era siempre un espectáculo para mis ojos; él se veía tan bien en cualquier ambito de su vida, pero cuando hacía algo tan básico como cocinar lo hacía ver más hermoso, atractivo por el simple hecho de que esa versión de él era solo para mí.