OBSESSIVE [Billy Hargrove]

Capítulo 30: La confesión.

Pude notar como Billy tenía tanta irá acumulada al ver esa escena y ver quién me había traído a casa, yo también estaba enojada por verlo tan feliz y casi olvidando que yo existía en ese momento.

—Vaya, vaya, vaya solo un día que llegó tarde y ya me cambias por otro— agrega molesto y sarcástico.

—No seas idiota Hargrove, ella fue a buscarte porque tú la dejaste sola—agrega con molestia Austin colocandose el casco.

—Y tu aprovechaste la primera oportunidad para acercarte a ella—aplaude con molestia y en mi mente sonó como aquella vez en el sauna.

—No respondas nada, te agradezco por haberme traído Austin, nos vemos mañana en el trabajo—me despedí de él él con una sonrisa apenada.

—¿Estás segura que quieres que te deje con él?— pregunta con preocupación al ver lo enojado que estaba Billy.

—Claro que quiere quedarse conmigo, porque yo soy su novio, su chico, la persona a quien ama y ella es mía— se acerca a él.

—Solo te digo que, deberías cuidarla mejor y no quedarte con otras por ahí—suspira—te crees el mejor de toda California y el mundo, pero déjame decirte que—pausa y lo observa— si ella me gustará—me mirá— sería muchísimo mejor novio que tú—enciende la motocicleta y se va.

Sus palabras me dejaron la cabeza ¿Y si de verdad Billy tenía razón? De todas formas, él ahora no tenía motivos para enojarse. Note como Billy se quería subir al auto y lo detuve a pesar de que sentía el cosquilleo en mis manos y la respiración acelerada.

—Billy quédate, no sirve de nada que vayas tras él cuando el problema lo tenemos nosotros dos, no él.

—¿Quedarme? ¿Pará qué?—pregunta molesto—¿Para que me cuentes lo bien que te sentiste en sus brazos?— bufa molesto.

—¿Cuántas veces te tengo que repetir que solo es mi amigo?—pregunto con molestia—además me dejaste sola...

Él me interrumpe.

—¿Amigo?—frunce el ceño mientras se lleva un cigarrillo a la comisura de sus labios— Munson es tu único amigo, Byers es tu amigo—suspira con molestia—y aún estoy considerando lo de Harrignton, pero Antonov— niega—él está enamorado de ti,deja de estar tan ciega ¿Quieres?—enciende su cigarrillo— Además...¿Llegar tarde implica que corras a sus brazos?...

Ahora soy yo quien lo interrumpo.

—Si hablamos de ello, me dejaste sola, llegaste tarde por estar en la playa con la rubia con la cual tuviste un gran pasado—suspiro molesta—¿Sabes todo lo que paso por mi mente? Tu llegada tarde, tu sin noticias....

Sentí algo en mí, no se que era pero la rabia ante lo que Billy me había dicho, sumado a los feos recuerdos, hicieron que saliera de la realidad algunos instantes y solo reaccione ante el toque de Billy.

—Yan...—mueve mis hombros—¿Cómo te ayudo?—pregunta preocupado.

—¿Qué? ¿Por qué?—froto mi frente y noto como Billy me lleva hacia la ventanilla de su auto.

—Por eso linda— le da una calada a su cigarrillo y se que fumaba de esa manera para calmar sus nervios.