8 Traición

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Lo siguiente que supieron el rey y sus consortes supieron fue que aporreaban la puerta de la habitación mientras llaman al rey a voz en cuello. Sam abrió los ojos y vio que el sol ya iluminaba la habitación. Debían ser las seis de la mañana

- ¡Sal de ahí de una vez, tarado, o ya verás! – gritaba Shuri

- Creo que te hablan – dijo Bucky sin abrir los ojos

- No es a mí – dijo T'Challa sin abrir tampoco los ojos – es a otro tarado

- ¡T'Challa Udaku, o vuelves a la enfermería en este momento o atente a las consecuencias! – gritó Shuri sin dejar de golpear la puerta

- Si es a ti – dijeron Sam y Bucky al mismo tiempo

- ¡Aquí no vive ningún T'Challa Udaku! – grito el rey aun dormido – ¡vuelva mañana!

- ¡Tú lo quisiste! – advirtió la princesa e intenta abrir la puerta

- Le puse llave – dijo T'Challa acomodándose mejor en la cama y aferrando la cintura de sus parejas – ¿ven? También soy listo

- Quiero dormir – dijo Sam

- Y yo – dijo Bucky. Estaban quedándose dormido cuando una pequeña explosión voló la cerradura de la puerta

- ¿Pero que...? – dijo T'Challa sentándose en la cama seguido de los otros dos – ¡¿estás demente?! – gritó mientras se escuchaba el llanto de Azari en la habitación de al lado

- Te dije que te quedaras en la enfermería – dijo la chica subiendo a la cama y arrastrando a su hermano de las patillas fuera

- ¡Shuri, eso duele! – gritaba el rey – ¡Shuri, no!

- Cuando estas en una pieza yo te obedezco – dijo esta –, pero cuando andas como rompecabezas desarmado después de una batalla, la que manda soy yo

- ¡Shuri mis patillas!

- ¡Y ustedes dos – dijo Shuri deteniéndose bajo el dintel de la puerta y señalando a sus cuñados – ya saben lo que les espera si no me obedecen!

- ¡Si alteza! – dijeron ambos hombres asustados

- Más les vale – advirtió la morena arrastrando a su hermano fuera de la habitación mientras este la amenazaba con contarle a su madre – camine majestad

- ¿Shuri que...? – preguntó sorprendida la reina Ramonda parada en la puerta de la habitación de los monarcas

- Buen día madre – dijeron ambos Udakus en diferentes tonos

- ¡Suelta a tu hermano, ahora! – ordenó la mujer

- En este momento no es mi hermano – dijo la princesa arrastrando a este por el pasillo – es un fugitivo que llevare a su sitio

- Shuri me duele – se quejaba el rey – ¡auxilio! ¡Sam no olvides lo que te pedí!

- Shuri suéltalo – ordenaba la reina madre siguiendo a sus hijos

Sam y Bucky contuvieron las respiración por unos segundos mirando el lugar por donde se habían ido ambos hermanos, luego se miraron entre si antes de reír a carcajada mientras Sam se levantaba para ir a ver a Azari. Cuando regresó con el niño lo acostó entre ambos

- ¿Qué te pidió T? – preguntó Bucky tomando en brazos a Azari para calmarlo –. Ya mi amor. Solo fue la maniática de tu tía suelta en palacio

Consorte De ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora