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— ¡Mami!. — el grito de Alya me dejó aturdida y desperté asustada y sudando. — Despetate. — dijo Aly con su piecito derecho sobre mi abdomen.

Carajo fué una maldita pesadilla, una pesadilla que parecía muy real y que agradezco infinitamente que sólo fuera eso y si quiero que sólo sea eso tengo que hablar con Leidy.

Ayer después de salir del restaurante y hacer una parada a unas cuadras de aquí, cuándo entré buscando a Leidy no la encontraba y eso me comenzaba a preocupar hasta que la encontré dormida en la habitación de Aly, esa fué una imagen que hizo que olvidara todo lo que me dijo Jake momentos atrás. No las quería despertar y estaba demasiado cansada para irme a mi apartamento, regresé a la sala y me recosté en el sofá más grande para analizar mis opciones y las medidas que tomaría con respecto a Loremy y sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.

Y aquí desperté en el sofá con una inquieta Aly sobre mi cuerpo.

— ¡Mami!. — volvió a decir Alya.

— Si ¿Dónde está mamá?. — le pregunté porque el que me llame Mami no es normal. Pero su respuesta no fué la esperada sólo levantó sus hombros sin saber dónde está.

— Mami tego hambe. — ok definitivamente no entiendo que está pasando exactamente, pero sin duda tengo que hablar con Leidy cuánto antes.

Me levanté con Aly en mis brazos y la llevé a la cocina, busqué que prepararle y ya sé probablemente dónde está Leidy, en el super. No tenía absolutamente nada, lo único que encontré fué un poco de leche y cereal.

— Ten princesa. — le tendí el plato frente a ella. — Voy un momento al sofá por mi celular ya regreso. — le avisé aunque estaba más concentrada en el plato frente a ella.

Tomé mi celular y antes de regresar con ella levanté la vista a la ventana frente a mí y ahí estaba ella observando la casa desde detrás del árbol que está en la casa de enfrente, ésto ya es extremo y lo mejor será denunciar su acoso.

No crees que es muy temprano para despertarme un sábado… — a la segunda llamada respondió Alex. — Espero que sea importante cómo para interrumpir mis horas de sueño.

Si es importante Alexander sino no te estaría llamando. —solté algo brusca por ver con mis propios ojos lo obsesionada que está Loremy. — Tengo que hablar contigo necesito que me aconsejes y también… un poco de tu protección. — al decir eso inmediatamente escuché ruidos extraños del otro lado de la línea.

¿Mi protección? ¿Estás en peligro?. — por la lejanía de su voz sabía que estaba en altavoz. — Dime dónde estás y en menos de 5 minutos estoy contigo. — ahí estaba el Alex que me proteje de todo.

— Tranquilo ahora mismo no estoy realmente en peligro, pero sino tomo una decisión si lo estaré.

Bueno no importa si estás ó no en peligro dime dónde estás y ya mismo voy para allá. — cómo amo a éste hombre que es cómo el hermano mayor que nunca tuve.

— Estoy en la casa de mis padres. — solté sin rodeos ya que él aún no sabe que Leidy y Alya son quiénes la están rentando. — Toma tu tiempo aquí te espero.

Sin más cortó la llamada, seguía observando a Loremy que no se movía de su posición, no quise acercarme a la ventana para no alertarla y se fuera, ésto tiene que acabar pronto.

Regresé con Aly para que terminara su desayuno y cuándo lo hizo lavé su plato mientras ella iba a su habitación por sus juguetes y sin duda el que me hable nuevamente me hace feliz lo que me hace recordar que Leidy tenía razón sólo era un simple berrinche.

La Mamá De Mi Alumna // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora