Lo que más me apaciona hacer es estar en el salón con mi grupo. Un nuevo grupo, el primer grado de preescolar.
Nunca creí que con ésta nueva experiencia conocería al amor de mi vida, ese amor que tanto se resistía a llegar y que finalmente llegó co...
En algún lado he escuchado que el tiempo es relativamente largo ó corto, todo dependiendo de la persona con la que estés. En mi caso el tiempo es muy corto cuándo estoy con ellas y muy largo cada que me separó de mis personas favoritas.
2 meses han pasado desde que le entregué mi casa a Leidy, 2 meses en los que nuestra relación vá viento en popa, 2 meses en que cada momento me siento más enamorada de ella y de mi princesa, 2 meses en los que puedo decir que me siento muy feliz, ellas me hacen feliz.
Llevamos 3 meses juntas, pero espero que sean muchos más, lo que mencionaba del tiempo es muy contradictorio. Ya que por una parte quiero que pase más rápido para de ésta forma poder decirle a Aly sobre nuestra relación, todo ésto debido a que soy su maestra y para que ésto no me ocasione problemas Leidy y yo hemos decidió decirle cuándo termine el ciclo escolar, al cuál le falta casi 5 meses.
Estamos en los últimos días de clase antes de las vacaciones de fin de año y en ésta ocasión serán poco más de 3 semanas de descanso para los peques. Últimos días en los que sólo repasamos lo aprendido en la primera mitad del año. Y puedo decir con orgullo que me siento satisfecha por los resultados que muestran los pequeños y las pequeñas, el trabajo está dando sus frutos y las actividades que realizamos están logrando desarrollar sus habilidades motrices, los números y aún seguimos trabajando la identificación de formas.
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Y finalmente llegó el último día de clases de diciembre durante la primera parte del día todo transcurrió normal, en el almuerzo los niños estaban más que felices de saber que era el último día y que no vendrían a clases durante un tiempo. El término del día fué un poco tardado al tener que dar indicaciones y entregar a los niños, entregué hasta la última alumna, y ya sólo quedábamos Aly y yo cómo siempre. Estaba recogiendo mis cosas cuándo entró Jake al aula.
— Hola Ely. — saludó. — Hola pequeña. — se dirigió a Alya. Jake y yo nos conocimos en éste colegio, él tiene la misma edad que yo, en un inicio nos apoyamos porque éramos los nuevos y los más jóvenes de la plantilla de docentes. Hasta que él se me declaró y la poca amistad que construimos se fue al carajo. A partir de ese momento sólo nos tratamos de manera cordial debido a que también le dije sobre mis preferencias. No quería ocultarlo porque es algo de lo que me siento orgullosa y no me iba a andar escondiendo, él se alejo e hice lo mismo para evitar conflictos en el ámbito laboral.
— Hola Jake ¿cómo terminó tu día?. — pregunté con curiosidad.
— Bien, todo bien. Tengo un buen grupo. — terminó. Me dí cuenta que no perdió de vista a Aly y se acercó a mi escritorio dónde ya había terminado de guardar mis cosas. —¿No vienen por ella?. — preguntó dirigiendo su mirada a mi pequeña. Negué en respuesta y él se acercó un poco más para que no nos escuchara. Pero fué un gran error Alya corrió a mi lado abrazándose a mis piernas.
— Ely. — dijo bajito para que le hiciera caso y elevó sus bracitos para que la levantara y eso hice.
