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1 semana ha pasado desde que no duermo en mi apartamento, sólo voy por ropa y otras cosas que necesito, pero ya llegó el momento de pedirle a Loremy que se busque un lugar para ella, no puede seguir viviendo conmigo. Mis mañanas son demasiado buenas con los peques, pero cuándo llega el momento de entregarlos a sus padres toda esa energía y felicidad se desvanece, aunque no del todo porque también ésta semana he estado cuidando de mi pequeña Aly, resulta que la niñera ya era una persona un poco adulta y justo el día que tenía que venir a buscarla antes de salir de casa se resbaló por las escaleras de la entrada de su casa que sólo eran 5 escalones, afortunadamente sólo tuvo un esguince en el tobillo y un gran hematoma en la espalda que le impide cuidar cómo es debido a Alya.

—¿Mi niña lista para irnos?. — ya sólo quedábamos Aly y yo en el preescolar, pero estaba esperando que Alex pasara a buscarnos para que él la cuide mientras yo hablo con Loremy.

— Si, lista. — tomé su mochila y ella rápidamente tomó mi mano para salir, al llegar a la salida ya nos esperaba Alex a quién me acerqué y lo saludé con un abrazo, pero en el momento en el que me separé Alya tenía muy mala cara.

Subimos al auto y en el camino Alex y yo platicamos de cómo vá su búsqueda de trabajo y un poco sobre lo que haré en unos minutos, Aly permaneció en silencio durante todo el trayecto cosa que es sumamente extraña ya que conmigo siempre está hablando.

— Llegamos. — avisó Alex sacándome de mis pensamientos.

— Intentaré que sea rápido para no hacerlos esperar mucho.

— Tranquila cualquier cosa que necesites aquí vamos a estar.


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Salí sin muchas ganas, pero Alex insistió en que ya era el momento de hacer las cosas bien. Y todo conspiraba para que el momento se retrasara; al llegar a la puerta del edificio tardé mucho en encontrar las llaves, el elevador tardó más de lo normal en llegar. Cuándo finalmente llegué a la puerta de mi apartamento que ya no veía cómo mío, abrí lentamente la puerta por lo que podría encontrarme dentro y ahí estaba sentada sobre el sofá de lo más tranquila, hasta que se percató de mi presencia y dirigió su mirada a mí.

— Creí que tardarías más en aparecer de nuevo. — eso era un reproche.

— Quiero hablar contigo sobre la situación que desde hace unos meses...

— ¿Porqué no has dormido aquí?. — no me dejó continuar interrumpiendo con esa pregunta que no tenía fundamentos, al menos no viniendo de ella.

— Porque no he tenido ganas de volver a éste sitio. — solté sin más.

— ¿Qué estás diciendo?.

— Lo que escuchas, que desde hace meses que tus acciones cambiaron mucho, me haces preguntas que cómo amiga no te corresponden, tratas de controlar mi tiempo, te metes por las noches a mi cuarto y tuve que poner seguro para que dejaras de hacerlo, es más tuviste el descaro de meterte desnuda cuándo me estaba bañando, incluso sé que te atrevias a revisabar mi celular. — dije con dolor por su actuar. — Eso es algo que rebasa los límites de la amistad y te quiero, te quiero mucho, pero no de la forma que tú piensas ó crees, te respeto, pero no te puedo querer del mismo modo...

La Mamá De Mi Alumna // Adaptación LeidelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora