Lo que más me apaciona hacer es estar en el salón con mi grupo. Un nuevo grupo, el primer grado de preescolar.
Nunca creí que con ésta nueva experiencia conocería al amor de mi vida, ese amor que tanto se resistía a llegar y que finalmente llegó co...
Aproximadamente a las 6 de la madrugada los bebés pidieron su primera comida y a pesar de que fueron prematuros todo en ellos estaba perfectamente, Leidy primero dió de comer a nuestra hija y luego a nuestro niño.
— Duerme otro poco que yo me hago cargo de ellos. — me acerqué a ella y le dejé un beso en la frente.
— Me despiertas cuándo llegue Aly. — le afirmé con la cabeza y dejé a ambos en su cuna para que se dieran calor y se acompañaran.
Dormí 1 hora mientras esperaba que llegara la hora de visitas para que Alex y Ale llegaran con Alya. Su mensaje decía que Aly estaba ansiosa por venir y vernos, pero quería más conocer a sus hermanitos.
— Amor. — me llamó Leidy.
— Hola mi pequeña. — me senté a un lado de ella. — ¿Cómo estás?.
— Bien… todavía me siento algo cansada, pero quiero ver a Aly.
— Es normal después del gran esfuerzo que hiciste para traer al mundo a nuestros hijos. — llevé su mano a mis labios para dejar un beso en su dorso. — ¿Ya elegiste su nombre?. —pregunté porque durante las últimas semanas no logramos decidirnos por un nombre entonces ella elegiría el de nuestra hija y yo el del niño.
— Si, ya lo tengo. — me aseguró.
— ¿Puedo saber cuál es?. — negó de manera inmediata.
— Lo sabrás al mismo tiempo que todos.
Media hora más tarde llegaron Alex y Ale con Alya y los padres de Alex que esperaban para conocer a sus nietos cómo ellos los llamaron.
— ¡Mamá!. — entró corriendo Aly intentando subirse a la cama con Leidy.
— Princesa no, puedes lastimar a mamá, ven. — se acercó a mí y la cargué en mis brazos. — ¿Quieres conocer a tus hermanitos?.
— ¡Si!. — gritó emocionada y Leidy soltó una risa que llenó el silencio en la habitación. Alex y Ale ya estaban con nosotros sólo esperábamos a sus padres para poder presentar a nuestros hijos.
— Lamento la demora, pero nos equivocamos de piso. — se disculpó el padre de Alex.
— Bien pues les presento a… — bajé a Aly para tomar a mi bebé en brazos. — Leo Alejandro Mata. — dije orgullosa de mi hijo. Alex fué el primero que lo tomó de mis brazos.
— Es hermoso cómo su mamá. — señaló con la mirada a Leidy. — Debes de reconocer que es idéntico a ella. — y no lo podía negar él era quién más se parecía a mí hermosa esposa.
— Me la puedes acercar. — me pidió Leidy refiriéndose a nuestra niña. —Ella es Rebecca Dariana Mata. — dijo y daba gracias que no tenía nada en los brazos porque estoy segura que pude ser capaz de soltarlo.
Rebecca Dariana y Leo Alejandro Mata.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
