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Okay, esa noche todo se distorsionó. 

Seokjin se acostó con Nayeon. 

Namjoon se acostó con una chica cualquiera. 

Jungkook no tuvo feeling con Yuju 

Jimin quedó flechado por alguien. 

¿Qué pasó?...

Namjoon comenzó a conducir sin rumbo mientras compartía un porro con Jimin. Hace mucho que no hacían esto, y posiblemente fue después de que se pusiera de novio con Seokjin hace dos años. El menor fue quien lo llevó por — el buen camino— . 

Y ahora su mente estaba en otra, recordando aquel día cuando lo conoció... aquel día donde se enamoró de él. 

[...]

Él no tenía un buen prontuario, su comportamiento no era sobresaliente, y eran junto con Jimin los — desastres del colegio— , los drogones, los mujeriegos, — los mala junta— . 

Namjoon no era gay, no lo era hasta que Seokjin llegó al colegio. El pelirosado se había mudado desde Bucheon cuando sus padres consiguieron una importante oferta de trabajo en la ciudad. Seokjin no era tímido, al contrario, tenía una personalidad encantadora, una simpatía única. Sumado su bello rostro y sus cabellos rosados, era especial y todo el mundo quería ser su amigo. 

Namjoon lo conoció en una clase de deportes y su mundo se detuvo. Fue amor a primera vista, eso no se discute. Estaban tomando una carrera de velocidad, Namjoon era quien siempre tenía el récord, nadie lo superaba, no hasta que el pelirosado lo miró al pasar corriendo por su lado, y Namjoon se olvidó de cómo se respiraba... de cómo se respiraba y cómo sus piernas debían funcionar, porque Seokjin lo superó, y Namjoon terminó perdiendo su marca perfecta. 

No coordinó demasiado bien luego de aquella clase, se sentía extraño. Ahora estaba sentado comiendo su almuerzo en la escuela, esperando que alguno de sus amigos apareciera. Trató de no pensar más en aquel pelirosado que lo dejó descolocado. No entendía qué era lo que le produjo, pero eso sí, el pendejo iba a recibir una buena paliza de su parte, porque nadie supera a Namjoon en deportes, nadie. Menos siendo uno de los nuevos, ni siquiera le iba a perdonar la vida por tener unos bellísimos ojos, una cara bonita y cabellos preciosos. Ugh, definitivamente va a golpearlo... va a golpearlo porque es lo más hermoso que vio en su puta vid-

— ¿Puedo sentarme aquí?— 

Una voz melodiosa interrumpió sus pensamientos, y Namjoon quedó con la boca abierta mostrando los restos de su sándwich en sus dientes. Luego de unos segundos siguió masticando, asintiendo con la cabeza. 

Terminó de masticar y dio un pequeño suspiro. — Por supuesto.—  Dijo en voz baja y volvió a su sándwich, tratando de no mostrar su nerviosismo. ¡Nadie pone nervioso a Namjoon! ¡A este pendejo se la tiene jurada!

El banco era lo suficientemente largo y él estaba solo, no entendió porqué Seokjin se sentó a su lado... y tan cerca. Lo miró frunciendo el ceño alejándose de él. El pelirosado agachó la cabeza, tímido, y Namjoon notó que sus mejillas se sonrojaron. 

Nam se caracterizaba por su peculiar personalidad, era el molesto de la clase, ese que habla sin pensar, dice lo que se le viene a la mente en el momento que sea, no tiene filtro. 

— Eres hermoso—  dijo, sin siquiera ser consciente de la mierda que acaba de decir. 

Entrecerró las cejas, y negó al instante. ¿Qué fue eso? Fue su inconsciente, pensó en voz alta, se arrepentía tanto. ¡Maldición, maldición! Ahora va a tener que golpearlo más fuerte. 

Seokjin sonrió, dejando notar la perfección de su sonrisa cuadrada y Namjoon ahora no se arrepintió de lo que dijo luego de ver ese bello paisaje. 

— Dime que eres gay, porque creo que por culpa tuya lo soy, y ahora me quiero casar contigo.—  

She ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora