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— Me encantas. 

— ¿Qué? ¿Com-

— Que me encantas, Jimin, y creo que es hora de hablar sobre lo nuestro. Es decir, ¿blanquearlo? Creo que me gustas— 

— Jungkook, ¿hablas en serio?—  El rostro de Jimin se iluminó con su sonrisa. 

— Dime que sientes lo mismo, Jimin. Por favor— 

— Claro que me gustas, Jungkook. Te quiero... Te quie-eskxkfjfwl — 

Okay, eso pasó en la mente de Jungkook. 

Esto fue lo que realmente sucedió

— Ya sé que te encanta ponerla. Lo que si, me extrañó un poco que no hayas sido bruto como eres siempre—  Jimin lo apartó de encima, levantándose de la cama y caminando hacia el baño.

Jungkook lo observó con el ceño fruncido. — Espera, ¿qu-¡No! No me refería a eso, yo... tú. Ugh—  enterró su rostro en la almohada de la frustración.

¡Mierda! ¿Acaso Jimin no sintió que haya sido distinto a las otras veces? Porque... ¡La puta madre! ¡Eso fue malditamente especial!

Bueno, al menos para él. 

Se levantó de la cama, dirigiéndose a la ducha. Jimin le hizo un lugar bajo la lluvia. Ninguno dijo nada al respecto, porque ellos terminan y todo es como siempre, sin cuestionamientos, sin nada más que la satisfacción de haber tenido sexo.

Sólo que esta vez no tuvieron sexo, sino que hicieron el amor... Bueno, Jungkook le hizo el amor, pero Jimin pareció no sentirlo de la misma manera. 

Evidentemente Jimin no sentía lo mismo que él.

Auch.

....

Antes de que Namjoon los recogiera para llevarlos al colegio, Jungkook le dijo a Jimin que necesitaba hablar con él sobre algo, y que era importante. El pelinegro quiso hablar en el momento, pero su amigo insistió en que quizás sería mejor hablarlo en algún recreo o cuando estén solos porque Namjoon ya estaba allí.

Los tres llegaron al colegio un poco tarde el lunes a la mañana, cuando las clases ya habían comenzado. Tardaron porque Namjoon se comprometió en pasarlos a buscar en su auto y se quedó dormido. Hizo memoria de cuándo fue la última vez que llegó tarde al colegio... y recuerda que fue hace más de un año, porque su costumbre era recoger a su novio por las mañanas, y Seokjin era quien lo llamaba por teléfono temprano, siendo su despertador de cada día. 

Lógicamente eso no sucedió hoy porque destruyó su celular el sábado y, oh cierto... Seokjin ya no es más su novio.

Estaba de muy mal humor esa mañana de sólo saber que tendría que cruzarlo. Hoy compartían la hora de deportes juntos, y estaba seguro de que se iba a saltear la clase para no verlo. Convenció a Jimin para que se quedara con él en ese horario y ahora ambos estaban escondiéndose detrás del edificio de la biblioteca, fumándose un cigarrillo esperando que pasara la hora.

Hablaron de cosas insignificantes antes de que Namjoon recordara la noche del sábado.

— ¿Qué sucede con Jungkook?—  Dijo, y le dio una pitada a su cigarrillo.

Jimin frunció el ceño mientras largaba el humo de su boca — ¿Jeon Jungkook?—  Dijo, soltando una sonrisa de lado.

— No te hagas el estúpido. Estaba drogado pero recuerdo bien la confesión que hiciste.— 

— ¿De qué hablas?—  Jimin se removió en su lugar, nervioso.

— Tienen sexo, está bien, ¿por qué no me contaste? Compartimos un tatuaje, se supone que somos hermanos— 

She ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora