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Tenía un poco de ira contenida al saber que Jimin había sido manoseado por alguien más, pero trató de focalizarse en hacer de ese momento el mejor. Con lentitud empezó a llenarlo de besos, después pasó su lengua por aquellos tatuajes de su pecho, acariciándolos, besándolos. 

Jimin se escuchó a sí mismo gemir, nunca antes había sentido lo que estaba sintiendo. Ahora era su turno de besarlo, repartió besos desde su cuello, pasando por su pecho. Cuando llegó a su cintura, lo miró travieso, y con una sonrisa, le bajó el bóxer buscando su miembro. El pene de Jungkook se escapó grande y duro en dirección a su rostro que no daba crédito a lo que veía. Amaba el miembro de Jungkook, era enorme, tan grande y largo que, cuando lo tomó entre las manos, no alcanzó a abordarlo en toda su extensión, y deseaba con ansias hacer lo que se imaginó que hacía en aquel baño. 

Cuando Jungkook sintió las manos frías de Jimin en su miembro, se puso tenso y soltó un resoplido; se llevó las manos a la cabeza y gimió. En un momento, se reincorporó y lo miró a los ojos, para decirle, -con la voz quebrada del dolor que tenía en la entrepierna,- que hiciera lo que estaba pensando hacer. 

— Hazlo, Princesa—  dijo — Llévalo a la boca, hermosa... Hazlo de una vez.— 

Lo había adivinado en su mirada, Jimin estaba tan excitado como él y se moría de ganas de agarrarlo, chuparlo, meterlo por completo en su boca y jugar con él como si de un juguete se tratara. 

Lo miró a los ojos un momento, y luego al pene que sostenía entre sus dos manos. Respiró profundo, y bajó la cabeza. Jimin quería eso más que nada en el mundo y Jungkook estaba esperando que le hiciera sentir el placer que por tanto tiempo los dos comparten. 

Abrió la boca y empezó pasando la lengua por el miembro, que a cada momento que pasaba se ponía más grande y duro. Mientras, escuchaba los jadeos de su amigo que se retorcía bajo su cuerpo y le pedía que no se detuviera. Él lo complació, abrió la boca y lo metió entero, como pudo y como alcanzó. 

Jungkook respiraba agitado, realmente no podía controlarse, estaba por correrse en su boca y no quería hacer eso, no ésta vez... no quería que algo fuera grosero ésta vez. Imprevistamente, se alejó de Jimin, que lo miró sorprendido y buscó su boca. Lo besó repetidamente mientras lo hacía colocarse de espaldas. 

Jimin sintió como Jungkook lo acariciaba en su espalda baja, bajando por su cadera, y sus muslos, todo pausadamente mientras besaba su cuello. Jungkook empezó por masajear su entrepierna, acariciar y tocar todos los puntos más íntimos de su cuerpo, los que estaba completamente seguro que nadie hasta ese momento había tocado de la manera en que lo está haciendo él. 

Jimin era suyo.

Se sorprendió al escucharse a sí mismo pidiendo que comenzara de una vez. Jungkook lo complació, se inclinó, separó sus piernas lo más que pudo en aquel pequeño colchón y empezó a hacer con la lengua, lo que Jimin había hecho antes en su miembro. El pelinegro se movió debajo de él, completamente agitado y caliente, anhelando tenerlo dentro suyo y Jungkook no lo defraudó. Primero usó sus dedos, despacio, y luego acelerando el ritmo, moviéndolos hasta escucharlo gemir; después se separó de él, sonriendo. Lo sintió un poco estrecho, y adoraba esa sensación. 

Jimin siempre estaba estrecho sólo para él.

Se incorporó y buscó sus labios, quería besarlo muchas veces mientras su miembro estaba dentro de él; mientras lo besaba, su cuerpo se pegó al suyo para penetrarlo. Cuando Jimin levantó las caderas, supo que era el momento, él estaba húmedo, listo para recibirlo, y Jungkook suspiró aliviado, porque ya no podía esperar más. 

Se sostuvo por sus hombros y empujó fuerte, ingresando en él de una sola estocada. Él estaba realmente estrecho y rígido y eso lo detuvo, no quería ser brusco ésta vez. Había sido de esa manera durante dos años, pero realmente quería estar dentro de él y que ambos lo disfrutaran. 

She ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora