capitulo 9

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Adela:

Mientras iba a camino a casa no podía sacarme de la cabeza el momento en el que me dijo lo de su mamá ¿Debía creerle?

El taxi me dejo en la puerta, me baje y camine hacia la casa para luego entrar y dirigirme hacia mi habitación. Mientras subía escucho a mi abuela llamarme desde lejos, ella vino hacia donde estaba para decirme que me había llegado una carta y la dejo arriba de mi cama. En cuanto me dijo de la carta subí rápidamente sin importar que había entrado con zapatos.

Al entrar cerré la puerta detrás de mí y ahí estaba. Otra vez no decía de quien era solamente quise agarrarla y abrirla:

No me gusta que te estés juntando

Con chicos que no sea yo.

Eres mía... Acuérdate de eso.

Seguía sin saber de quién era, no tenía ni idea de quien se estaba haciendo el gracioso mandándome estas cartas. Pero cada mensaje posesivo que me llegaba me daban escalofríos por el cuerpo. No podía dejar de pensar en cada maldita carta que me llegaba, ya que, por culpa de ellas no podía tener una vida tranquila.

Para poder pensar mejor las cosas, me metí a duchar ya que el agua tibia cayendo por cada parte de mi cuerpo me lograba tranquilizar, era un método que me enseño mi mamá cuando supo que tenía ataques de pánico. Aun la extraño.

Luego de una hora, me sequé y me puse mi pijama. Salí de mi habitación y me dirigí escaleras abajo para ir al comedor en donde se encontraban mis abuelos, me senté al lado de ellos y nos pusimos a ver películas. Estuvimos como dos horas ahí sentados riendo y pasando tiempo juntos, verlos reír me hacían olvidarme de lo que estaba pasando, la mayoría de las que vimos fueron de Disney esas eran sus favoritas, mientras terminábamos de ver "Lilo y Stitch" ayude a mi abuela a preparar la mesa para cenar. En cuanto termino nos sentamos y comenzamos a comer.

Hablamos de lo que habíamos hecho en el día, pero yo en ningún momento saque el tema que había ido a visitar a Noah. No podía dejar que lo sepa.

Al ya tener los platos vacíos ayude a levantar todo y lavarlos. En cuanto terminé les di un beso en la mejilla a cada uno y me fui a acostar. Cuando ya estaba a punto de dormir escucho un ruido fuerte proviniendo de la cocina 《Dios, ¿qué paso?》 salto de la cama los más rápido que pude y me diriji hacia la puerta principal. Al llegar a la puerta miro hacia abajo y había otra carta. No pensé y la abrí:

Te espero mañana a las 3 de la tarde

En el parque Große Wallanlagen donde

Están las fuentes de agua, no faltes.

Tal vez mañana iba a hacer el día en el que se termine este infierno y pueda vivir en paz pero no quería hablar tan rápido ya que esto podría ser el final de la historia o podría estar recién empezando.

Subí a mi habitación, pero me quede en la puerta pensando una cosa 《¿mis abuelos no habían escuchado el fuerte golpe que provoco la puerta?》 iba a ir a su habitación para comprobar que estaban dormidos, pero era mejor que mañana mientras desayunábamos se lo dijera.

Ojalá que mañana se termine esta pesadilla.

AdelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora