ADVERTENCIA
Este capítulo puede que sea algo sensible para algunas personas, quizás para otras no tanto. A partir de este capítulo vendrán montañas rusas de emociones, y cosillas un poco triste. Veremos que sucede y espero me acompañes en este viaje de emociones.
Estaré subiendo capítulos constantemente, de aquí en adelante habrá muchas cosas nuevas, espero les guste.
POV Maddie
De verdad, que voy muy cómoda, decidí colocarme un conjunto, falta media hora para que llegue Diego y eso me pone ansiosa. Si tengo pensado terminarle, pero aun no se que le dire como tal.
Mientras espero, hablo con Mia acerca de como le esta yendo en clases, me alegra que sea una chica aplicada en sus estudios y de lo mejor de ella, nunca nos hemos tenido que preocupar por que sus comportamiento escolar, ni sus notas , ni ella ni yo le hemos dados esas preocupaciones a papá, le cuento lo de Diego y me dice que le parece maravillosa idea, de repente suena el timbre y veo la hora 10 minutos antes ha llegado Diego y voy directo a la puerta.
— Mia nos vemos dentro de un rato, cualquier cosa me llamas nena — digo y ella asiente lanzándome un beso el cual atrapo en el aire.
Abro la puerta y lo primero que veo es un Diego sonriéndome nerviosamente y se acerca para besarme y yo paso por su lado dirigiéndome a su carro, me subo y continuamente el también. Duramos un rato en silencio y el enciende el carro.
— Iremos a mi casa — dice viendo hacia la carretera — ¿No te molesta?.
— No, para nada — digo cortantemente, la verdad no me molesta, solo quiero terminar con esto de una vez, y ya me esta incomodando muchísimo esta situación. Luego de unos 20min llegamos a la que debe ser su casa, no lo se, ya que nunca había venido. Me bajo del auto y espero por él para andar a la puerta de la casa.
— Bienvenida a mi casa nena — de verdad que solo el que me diga esa frase luego de lo que hizo hace que mi rabia e incomodidad aumenten. Una señora un poco mayor de edad nos abre la puerta, y considero que es la señora de servicio ya que lleva un uniforme.
— Hola joven Diego, pase adelante — el pasa primero y luego yo.
— Hola Marisol, ella es Maddison — responde cortantemente y eso no me gusta, por mi parte le sonrio amablemente a la señora y ella me mira con pena.
— Un gusto conocerte Marisol — digo de buena forma tendiendole la mano, la cual ella no acepta y baja la cabeza
— Ya te puedes ir — dice Diego y ella rápidamente se va — Hablemos arriba — me toma del brazo y yo me suelto, mientras lo sigo por las largas escaleras.
— Será rápido lo que hablaremos Diego — digo ya cansada. Entramos a su cuarto y me siento en una silla y el en la cama.
— ¿Que quieres que hablemos Maddie? — dice como si nada.
— Sabes perfectamente de que hablaremos— digo y él sigue como si nada — Ayer cuando hablamos por llamada escuche unos gemidos de una chica — al decir eso el hace para hablar y lo callo — No Diego, no quiero explicaciones, de verdad que ya no quiero seguir contigo, no siento lo mismo de cuando nos hicimo novios, es mejor que hasta aquí lo dejemos— digo y él solo suelto una carcajada.
— Maddie, ¿En verdad pensaste que me gustabas? no Maddie, nunca me llegaste a gustar — dice y me sorprendo — ¿Crees que me fijaría en una chica como tú, y mas con ese cuerpo? No, no lo haría, fuiste una apuesta que hice con los chicos del equipo de fútbol, todos veíamos lo boba que te ponías cada que me veías pasar y decidimos apostar que yo me hiciera novio de ti y despues te dejara. Acepté, pero solo porque quería jugar contigo — dice y de repente siento lágrimas caer por mis mejillas — Nunca me darías ni la mitad del placer que me da la chica de anoche— terminar de decir y nos lo termino de pensar cuando mi mano impacta en su cara.
— Eres un idiota completamente — digo con la voz herida, le devuelvo otra cachetada y el me toma de los brazos pegandome de la pared y el miedo recorre mi cuerpo, mis lágrimas corren rápidamente por mis mejillas.
— No me vuelvas a golpear Maddison— mi cuerpo actúa por si solo y le doy un rodillazo en la entrepierna, salgo corriendo a la puerta y estúpidamente tropiezo golpeando mi rodillas pero me levanto en seguida, per es tarde por que Diego me alcanzó y puso seguro.
— ¡Ayudaaaaaaaaaa! — grito fuertemente, no se si lleguen a escuchar ya que esta casa es grande, empiezo a zapatear el suelo buscando manera que escuchen y él viene hacia mi.
— De verdad que me da asco.
— Alejate Diego — digo con voz temblorosa. Se acerca mucho mas a mi y yo solo retrocedo, grito nuevamente esperanzada de que alguien me escuche. Me da una cachetada haciendo que caiga.
— Callate, no sabes lo mucho que estoy disfrutando el que estés aquí temblando de miedo — dice agarrándome del cabello y oliéndome extrañamente — Hueles a miedo puro — dice eso y le aruño el cuello y el se queja dejándome libre, me intento parar y en el mínimo logro lo empujo a un lado y trato de buscar algo para defenderme y tomo la lampara rompiendola y tomando un trozo de ella y por los nervios me corto, el me toma de la cintura y me voltea logrando que yo le corte el pecho.
— Perra — me tumba en la cama y mancha mi camisa con su sangre, el miedo me acorrala sin saber que hacer, rompe mis pantalones y yo trato de salir de allí pero el me da un golpe en mi cara que me deja viendo borrosa y escuchando un zumbido en mis oídos, grito fuertemente o eso creo hacer, siento que él quita su pantalón y su miembro toca mi zona intima me muevo nerviosamente pero su cuerpo me impide movimiento —¿Estas sufriendo Maddie?.
No se que responderle y solamente hago amago de morderlo lográndolo y le doy un cabezazo el se aparta a un lado y yo corro a la puerta y me hala del cabello. Doy un ultimo grito y en me da un puñetazo en la cara dejándome mucho mas débil de lo que estaba, caigo al suelo mi vista poco a poco se va oscureciendo, y en poco tiempo lo tengo a él encima de mi, ya no me queda muchas fuerzas y siento que de un momento a otro lo que siento es un peso encima de mi y mi vista se oscurece por completo.
ESTÁS LEYENDO
Amor Propio
Teen FictionA veces no estamos tan seguro de nosotros mismos, tanto así que llega un punto en el que necesitamos de nuestro propio amor pero no sabemos cómo conseguirlo, pasamos por momentos difíciles, pero en ellos conseguimos poco a poco la seguridad para o...