✔Capítulo 1✔

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Título: Transmigrada


"Bienvenidos al cielo donde solo sobreviven las almas pecadoras.

¿Sabían que el SEXO previene el cáncer?

Si son personas puras, por favor, salir de la historia antes de que haya una mancha en su pulcro historial.

Hasta luego angelitos, hola a los demonios."


Recuerdo que con esa nota había dado comienzo a aquella historia. Cuan arrepentida estoy de aquello.

— Padre, Madre —hice un saludo cortés hacia ellos y sonrieron hacia mí bajando del carruaje.

— ¿Cómo estás mi hermosa niña? —habló mi madre dándome un abrazo.

Elena Videl, Gran Duquesa del Territorio Norte. Su cabello es rojizo oscuro, y sus ojos son de un color verde esmeralda, una mujer de destacados modales y mucho cariño.

— He estado bien mamá —respondí con una sonrisa al verla.

— Vamos, entremos —Padre me observó con sus ojos rojos brillantes—. Has adelgazado un poco, ¿no te están alimentando bien los sirvientes?

Teodor Videl, Gran Duque del Territorio Norte, su cabello es verde oscuro y sus ojos rojos parecen ver a través de tu alma, sin embargo es una persona cariñosa y empática, que lloraría si un ciervo perdiese a su madre, a pesar de ser capaz de cortarle la cabeza a cualquiera que tocara a su gente.

Y para completar mi familia está...

— ¡Papá, mamá! —Una locomotora pasa por mi lado -si, locomotora, porque a la velocidad que iba no se le puede llamar ser humano- y se abalanza sobre nuestros padres.

Oh, si, mi pequeño hermano Claus Videl. Un chico muy animado, solo tres años menor que yo, su cabello se parece mucho al de padre, pero sus ojos son verdes.

Me mira y parece disgustado.

— Hermana, ¿por qué no me avisaste que nuestros padres habían vuelto? —Se queja.

Y si, luego estoy yo, Bridget Vidal, la hija y heredera del Gran Ducado.

Hace tres años que puedo recordar mi vida pasada, y no puedo creer la desgracia en la que me metí.

Literalmente vengo de otro mundo, yo era una escritora famosa llamada Claudia Estefan, a mis treinta años, luego de lanzar mi más famoso y último libro llamado "Príncipes de los Clanes", me pidieron una secuela.

No estaba dispuesta a hacerla, me gustaba como había quedado y quería dejar de escribir por un tiempo, me sentía muy presionada por mis lectores y fans.

'— Debes hacer la secuela, es lo que quieren tus lectores' —casi podía oír la voz de mi representante.

'— Quien escribe soy yo, no pienso hacer una continuación a algo que no la necesita' —había dictado.

'— Si no lo haces tus patrocinadores se irán'.

'— ¡Me importa una mierda!'

Había tomado mi bolso y salido de la editorial. Gran error que me condujo a la muerte.

Tomé un taxi y me detuve a mitad del puente Golden Gate, como cada vez que me sentía estresada, a pesar de la fuerte lluvia que se desataba. Cerca de mí había pasado una mariposa y posado sobre mi chaqueta en el lado izquierdo para luego seguir su vuelo.

'— ¡CUIDADO!' —escuché aquella exclamación desconocida y luego el sonido de unas llantas sobre el asfalto.

Desvié mi mirada hacia el ruido y entre la noche oscura unas luces me vislumbraron. Retrocedí, intentando evitar que el auto me golpeara y en algún punto mis pies no tocaron el suelo.

Caí.

Caí desde aquella enorme altura hacia el río. Lo último que recuerdo haber visualizado fue a aquella mariposa de un color azul turquesa junto a un rayo surcando el cielo y un trueno que anunció mi final.

Y morí para luego darme cuenta de que había reencarnado en nada más y nada menos que una villana.

¿Por qué justo debía ser Bridget?

Tantos personajes, ¿por qué ella?

¿Será la venganza por haberla matado dentro de la historia?

¿O será porque morí justo como ella?

— Mejor tomen un baño, mandaré a preparar el comedor —dice mi padre y tanto Claus como yo asentimos y nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones.

Entro a mi habitación y las sirvientas me avisan de que mi baño ya está listo. Normalmente los nobles dejan que los bañen, pero esto no me agrada ni un pelo.

Luego de un agradable baño coloco sobre mi cuerpo un camisón celeste de dormir. Me observo en el gran espejo de cuerpo completo de mi habitación.

Bridget siempre fue amada y consentida, además de que contaba con una belleza exorbitante, capaz de atraer a ambos sexos como si de magia se tratase. Sin embargo su carácter era el problema, muy autosuficiente y egocéntrica.

Miraba a todo el mundo sobre su hombro y le hizo la vida imposible a la protagonista, en cuanto esta se convirtió en la esposa de los Príncipes de los Clanes, Bridget se volvió loca e intentó matar a la prota.

Los príncipes la persiguieron y al final la orgullosa villana prefirió saltar de un puente antes que morir a manos de ellos.

Miré mi cabellera de un rojo intenso que caía hasta llegar a mi cintura, unos ojos tan rojos y vívidos como el fuego, piel pálida y a pesar de solo tener ocho años poseía una belleza digna de ser admirada.

A mi corta edad he tenido muchos problemas gracias a esto, ¡incluso se han infiltrado a la mansión para violarme! ¡Eso fue a mis siete años!

Estuve aterrorizada por todo un mes.

Desde ese momento mi padre me ha inculcado el arte de la espada y la defensa personal, cosa extremadamente fácil ya que yo era una gran esgrimista en mi vida pasada y tuve que aprender a defenderme a causa de la fama, incluso intentaron secuestrarme para pedir rescate.

Cuando mi padre se dio cuenta de mis habilidades casi se desmaya.

Sobre mi camisón coloco un vestido ligero y tocan a la puerta.

— Señorita, la cena ya está servida —avisa una sirvienta.

— Ahora voy, gracias —digo.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras, mi familia me sonríe y comenzamos a conversar amenamente mientras cenamos.

Antes, los Duques siempre estuvieron preocupados por su hija de mal carácter, pero yo no soy la Bridget que ellos debieron conocer.

Soy diferente a la niña inmadura que debió haber crecido para convertirse en villana.

Mi plan era perfecto.

« Voy a vivir. »

Esa era mi decisión tomada hace tres años, esta vez no voy a renunciar tan fácil.

Vida, si me has dado una segunda oportunidad voy a aprovecharla.

¡Evitaré a toda costa a los protagonistas masculinos! ¡De esa forma no moriré!

Me convertí en el Efecto Mariposa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora