✔Capítulo 10✔

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Título: Los protagonistas me reconocen (3)


Pov Bridget

Maldita sea, no se supone que Xander esté a estas horas en la cocina.

Tengo la manía de deambular algunos días hasta la cocina y preparar café, es algo inconsciente que hacía en mi vida pasada al tener que mantenerme despierta en las noches para escribir.

Odio ese estado entre la vigilia y el sueño, me hace decir y actuar como tonta.

Hago una leve inclinación.

— Discúlpeme, Príncipe Belor —Lo nombro de manera formal.

— Por qué te disculpas, ha sido reconfortante, volver a verte —Sus ojos verdes escanean mi cuerpo y siento la necesidad de taparme.

« ¿Volver a verme? ¿Qué quiso decir con eso? ¿Será que no me ve desde la presentación? »

Mis pensamientos quedan en segundo plano cuando recuerdo en que consiste mi piyama.

— No volverá a ocurrir tal descuido —aclaro.

Él suelta una pequeña risa.

— Es un descuido muy excitante —murmura y su vista se posa en mis piernas desnudas.

« Casi se me olvida que estoy en una historia para mayores de edad. »

— Pervertido —mascullo y una sonrisa divertida se posa en sus labios, decido ignorarlo y observo en los estantes—, ¿sabes dónde está la leche? —cuestiono buscando tal bebida con mi mirada.

— ¿Para el café? —cuestiona y se acerca, trago en seco ante la voraz mirada verdosa mientras lleva un mechón de mis cabellos tras mi oreja—, yo puedo darte mucha leche cuando quieras.

Su tono es divertido pero su mirada es lasciva.

— Lo siento, he oído que su leche no es productiva —respondo.

— ¡¿Qué?! —parece exaltado y arqueo una de mis cejas—. ¿A qué te...?

— A las vacas de sus tierras, Príncipe —aclaro y sus mejillas se tornan rojas—. He escuchado que el ganado vacuno de su territorio no es muy productivo, ¿de qué más estaría hablando? ¿Hay algo más que no sea productivo?

Él se queda callado y yo suelto una pequeña risa, dejo el vaso que sostenía sobre la meseta y me alejo de él

— Espero pueda dormir bien y resolver sus problemas, príncipe —hago una leve inclinación bajo su atenta mirada y me alejo de ahí.

¿En serio este novato piensa qué será capaz de avergonzarme? Me causa risa.

Que mejor se vaya a bajar su problema.

Mentalmente tengo cuarenta y nueve años y suficiente conocimiento y experiencia en citas de mi vida pasada. Si quiere provocar un sonrojo en mí deberá mejorar.

Respecto a mi costumbre de deambular por la cocina creo que deberé encerrarme bajo llave, estar cerca de ellos a solas es un gran riesgo que no debo tomar.

« A mi ángel de la guarda, si me permites evitarlos te juro que me vuelvo un ser puro. »

Rezo y casi puedo ver a mi conciencia riéndose de mí.

« ¿Te recuerdo quien escribió esta cochinada lujuriosa? »

Resoplo, la parte de mi razocineo nunca está a mi favor.

(...)

Séptimo día de tratar de escapar, hoy me traen mi desayuno a mi habitación cuando digo que tengo fiebre.

Me convertí en el Efecto Mariposa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora