✔Capítulo 22✔

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Título: Solo tú

Los besos de los cuatro hombres se extendían por toda mi piel como el mismo fuego que me consumía.

Seth, desde mi espalda, quita el camisón que poseía, dejándome desnuda de mi parte superior.

— Mira, nuestra mujer tiene unos picos rosaditos —Asmodeo aprieta mi seno derecho con una de sus grandes manos y tira de mi pezón erecto.

Me retuerzo entre las manos de los cuatro hombres que causaban estragos en mi cuerpo.

Gimo en la boca de Evan y recibo una mordida mientras Seth aprisionaba mi pecho izquierdo, besando mi cuello, y Asmodeo pasaba su cálida lengua por mi pezón derecho, jugando y mordisqueando.

Una fuertes manos separan mis piernas y me dejo hacer mientras disfruto de las caricias calientes.

Quitan mis bragas y escucho un gruñido simultáneo.

— Mi ángel, estás tan empapada —habla Evan sobre mis labios y su mano desciende por mi piel.

— Está totalmente mojada, su coño se ve tan delicioso —Esa es la voz de Xander.

Intento unir mis piernas ante una inminente vergüenza pasajera pero el lobo no lo permite. Los dedos del ángel caído separan mis húmedos pliegues, azota mi clítoris a la vez que el demonio a mi derecha tira con sus dientes de mi pezón.

Suelto un gritito placentero cuando de repente los dedos que me atormentaban dejan de torturarme para ser cambiados por una lengua.

Una hábil lengua que me hace retorcer. Me separo de los labios de Evan y sus besos húmedos viajan a mi cuello.

Mi mirada se topa con el café de la del lobo, en cuanto conectamos su lengua se interna en mi entrada y succiona.

Arqueo mi espalda y gimo, incapaz de sostener su mirada.

— ¿Estás disfrutando corderita? —La voz profunda de Seth a mi oído causa un escalofrío—. ¿Ves lo que causas en nosotros?

— Seth, por favor —Mis ojos suplican pero no sé precisamente qué.

Una de mis manos se aferra al cabello oscuro del demonio quien hunde su rostro entre mis senos, saborando y deleitándome.

— ¿Que quieres? —cuestiona  el vampiro y su mirada rojiza se centra en mí.

— Bésame —suplico y sus comisuras se elevan.

Ataca mis labios, pero su beso, al contrario de lo que pensé, es lento pero profundo, delicado pero lleno de fuego, se centra en el baile de nuestras lenguas.

Evan baja su mano hasta que comienza a estimular mi clítoris y Xander aumenta las estocadas de su lengua en mi interior. Asmodeo aprieta mis senos y mis gemidos son opacados en la boca de Seth.

Estoy a punto de correrme,  lo sé. Siento un cosquilleo en mi viente que ha bajado por toda mi columna.

— Voy a... —Antes de acabar mi frase siento como si todo se desconectara.

Los besos, las caricias, todo se detiene. Los cuatro hombres se apartan de mi cuerpo y mi mirada cae como una daga sobre ellos. Me siento frustrada cuando mi orgasmo se ve detenido abruptamente.

— ¡¿Estais locos?! —chillo.

— Lo siento, fénix —Xander se acerca y besa mis labios.

Sus besos al contrario del de sus hermanos, es más cariñoso y suave, como si estuviese grabando el momento en su mente, sujeto su nuca cuando profundiza el beso, sintiendo el sabor de mis fluidos lo cual solo me excita y es él quien lo rompe.

Me convertí en el Efecto Mariposa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora