✔Capítulo 18✔

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Título: Efecto mariposa 2

Pov Cederik

— ¡Atrapen a ese niño!

— ¡Es un ladrón!

— ¡Que no escape!

— ¡Bándalo!

Escuchaba aquellas exclamaciones mientras corría a la mayor velocidad que me permitían mis piernas.

« Debo llegar junto a Daisi. »

— ¡Niño tonto!

Un agarre en el cuello de mi camisa me levantó del suelo, para luego ser lanzado, rodé por el polvoriento camino, aun sujetando un pequeño bolso con dos panes dentro.

— ¡¿Cómo te atreves a robar?! —Una patada en mi espalda dolió como un demonio, pero ya estaba acostumbrado.

— ¡Maldito!

Tres guardias pateaban mi cuerpo, solo pude hacerme un ovillo en el suelo protegiendo la comida.

« Pronto terminarán y podré volver. »

Estoy consciente de la cantidad de personas que observaban la escena, pero ninguna se detendría a ayudarme, perdí esa esperanza desde hace mucho.

De repente una exploción de hizo presente, llamas salidas de la nada avanzaron y el humo cubrió todo.

Un agarre en mi muñeca se hizo presente, pero no era ninguno de esos guardias, era una mano pequeña y delicada, suave, la cual me arrastró alejándome de ahí.

A medida que avanzábamos el humo se disipaba y me dejaba ver el pequeño vuerpo que tiraba de mí, el cual era cubierto por una capucha oscura. Ambos nos internamos en un callejón mientras intentábamos calmar nuestras respiraciones.

— Si que te metiste en un buen problema ahí atrás —Una voz rompió el silencio, una voz dulce y cálida.

— ¿Tú hiciste eso? —cuestioné desconfiado de como había logrado crear tal distracción, la capucha que portaba no me dejaba ver su rostro.

— Se dice gracias —mencionó y un fuerte viento sopló, haciendo que su capucha cayese hacia atrás y dejase al descubierto un hermoso rostro de piel páida y cabellos rojizos, un par de ojos del mismo tono carmím me miraron.

Era una niña hermosa, sin duda de la nobleza de alta gama, ¿por qué alguien así me ayudaría?

Mi desconfianza fue mayor que mi sorpresa ante su belleza inusual.

Me recosté de la pared y gemí de dolor, haciendo que me agachase. Ella se mantuvo de pie por unos segundo para luego retirarse. Solté un largo suspiro, era obvio que alguien de la nobleza no se quedaría en un lugar así.

Decidí sentarme en el suelo y esperar a que el dolor de mi cuerpo se calmara un poco. Nada sirvió de todas maneras, lo que iba a ser mi almuerzo, comida y desayuno de mañana se había caído a medida que escapaba.

Cerré mis ojos, intentando no concentarme en las heridas latentes, cuando de repente unos pasos suaves se comenzaron a acercar a mi ubicavión. Levanto mi vista, a la defensiva, pero mi sorpresa no es oculta cuando aquella niña vuelve a mi campo de visión.

Esta vez entre sus manos trae un bolso con varios tipos de panes, dulces y bebidas y lo que parece un botiquín pequeño de primeros auxilios.

Se agachó frente a mí y una sonrisa curvó sus labios.

— ¿Me dejas ayudarte?

(...)

— ¿Por qué robas comida? —preguntó curando un rasguño en mi cuello mientras yo comía uno de aquellos deliciosos dulces.

Me convertí en el Efecto Mariposa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora