✔Capítulo 9✔

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Título: Los protagonistas me reconocen (2)


Pov Xander

— Lady Galano —Susan se inclina prestando atención a la rubia—, veo que es una persona muy...¿sencilla? Quisiera ver las joyas que Su Majestad le ha dado a la princesa.

Frunzo mi ceño ante el rumbo que tomó la de cabellos morados y me doy cuenta: la batalla ha comenzado.

Erika baja la vista a su comida, sin saber que responder, esta chica me da mucha lástima, ¿por qué no se defiende?

Mi mirada viaja a la hermosa pelirroja a su lado quien no parece prestar el más mínimo de atención. Al verla en el gran salón no pude evitar quedar envuelto por la magia de su belleza, pero..., ¿esto no es una buena oportunidad para verificar los rumores que la circulan?

— No digas eso —La peliverde al lado de Susan sonríe—, recuerda que solo es la hija ilegítima del Emperador, todos sabemos que los ilegítimos no valen nada.

Ante sus palabras, Evan, a mi lado, aprieta el tenedor en su mano mientras su mandíbula se tensa, él también es un hijo ilegítimo.

Observo a Chloe quien parece orgullosa de sus palabras ante el aparecer de las lágrimas en la rubia.

« Estas personas no se miden. »

— ¿Por qué el padre de una familia tan noble debería siquiera pensar en...?

Estoy a punto de intervenir cuando un sonido que envuelve la estancia lo evita.

La pelirroja había corrido su silla, cortando de tajo a la peliverde mientras finge recoger una de sus joyas.

— Oh, creo que se me cayó un pendiente, discúlpenme —dice con un rostro de sorpresa y regresa a su desayuno—. ¿De qué hablaban? Es que me perdí en el punto donde la conversación se volvió insípida.

Evan a mi lado suelta una pequeña risa ante sus palabras, Seth la mira impresionado mientras que Asmodeo no puede evitar arquear una ceja ante su actitud.

Yo la observo con una sonrisa, con un sencillo movimiento cortó de tajo tal conversación y puso en su lugar a ambas mujeres, todo sin perder un gramo de elegancia en su voluptuoso cuerpo.

Muerdo mi labio inferior y la mirada rubí se centra en nosotros.

Solo de imaginarme esos ojos llenos de placer bajo de mí hace que mi cuerpo reaccione, esta mujer es un verdadero imán.

— He terminado, ¿puedo retirarme? —pide.

Observo a mis hermanos y ellos asienten, hago un ademán con mi mano en señal de que se retire, la pelirroja hace una elegante reverencia y se marcha a paso firme.

Ya habrá más oportunidades para conocerla.

— Nosotros nos retiramos —dicta Asmodeo poniéndose de pie y los demás le seguimos—, tenga una buena mañana, seguiremos con esto en la cena.

Los cuatro nos despedimos y salimos del comedor.

Entramos a mi oficina y tomanos asientos. Estoy seguro de que no solo mi mente está procesando toda la información.

De repente la risa de Asmodeo interrumpe nuestros pensamientos y le miramos con un claro signo de interrogación sobre nuestras frentes.

— Lo siento pero, ¿no es gracioso? Nuestros instintos reaccionaron ante su presencia pero ninguno nos dimos cuenta, una persona capaz de esconder su información tan bien, y aun así no se nos pasó por la mente, estuvo un día entero bajo nuestras propias narices y ni siquiera nos percatamos, eso es asombroso.

Me convertí en el Efecto Mariposa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora